La figura de Josep Rull se agranda en torno al proceso soberanista. Su abandono de la política terrassense estaba justificado por el hecho de ser llamado a jugar un papel de gran protagonismo en un momento de máxima importancia de la historia de Catalunya. En los últimos meses se le ha situado incluso en la linea de sucesión del presidente Mas, pero todavía no es su momento, tiene tiempo, todavía hay mucho trabajo por hacer.
Josep Rull es uno de los artífices de la operación que ha permitido que el “procés” recupere la proyección que llegó a tener hace algunos meses y trasladar nuevamente la ilusión a la calle. La situación se ha invertido y el sacrificio de Artur Mas tiene efectos en diversos planos. Por una parte, permite ganar tiempo a Convergència para su refundación. Pero no nos engañemos, la lectura de la las dificultades por las que ha pasado el proceso no se debe hacer en clave española, sino en clave interna: Artur Mas no luchaba hasta ahora contra Rajoy o el Estado español, sino contra Esquerra Republicana, el gran beneficiario de cualquier descuido del ya ex President. Con todo, Junqueras también tiene tiempo, todo es cuestión de paciencia para él.
Otro de los efectos del pacto con la CUP es precisamente generar conflicto interno dentro de la plataforma anticapitalista; habrá que ver cómo gestiona interiormente en especial los términos del pacto, pero también el tono agrio de Artur Mas en su rueda de prensa y la actitud distante y displicente para con Anna Gabriel en el pleno de investidura. No debería desmerecerse desde CDC la imaginación de la CUP para hacer propuestas o activar estrategias de todo tipo.
El otro aspecto a tener muy en cuenta ante el acuerdo con la CUP es que va a existir en Catalunya un gobierno estable o más o menos estable cuando en España los números no salen y cabe la posibilidad de que se tenga que recurrir a una nueva contienda electoral. Rajoy apelaba el domingo a a una mayoría solvente para frenar el proceso separatista (parece que ahora empieza a darle más importancia a la situación) cuando ha dispuesto de un rodillo parlamentario durante cuatro años.
Ahora habrá que ver cómo se desarrollan unos acontecimientos en los que el protagonismo del terrassense Josep Rull seguirá siendo determinante desde el Govern y también desde dentro de su partido.