El presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sánchez, ha confirmado que Junts pel Sí y la CUP no han logrado un pacto sobre la investidura de Artur Mas en lo que era considerada la reunión definitiva, pese a lo cual cree que aún queda “un hilo, una brizna de esperanza”.
Sánchez ha celebrado una rueda de prensa tras una hora de reunión entre JxSí, la CUP y las entidades soberanistas, en lo que se había considerado la última oportunidad antes de que finalice el plazo para agotar la legislatura, que será el domingo 10 de enero.
ANC, junto con Ómnium y la Associació de Municipis per la Independència (AMI), ha ejercido de mediadores en una reunión de menos de una hora de duración en la sede de la Asamblea con la presencia de los negociadores de la CUP Eulàlia Reguant, Gabriela Serra y Hugo Alvira, y los de JxSí Jordi Turull, Josep Rull, Raül Romeva y Marta Rovira.
Sánchez ha afirmado que los negociadores “no han llegado a un acuerdo” ni han admitido las propuestas que planteaba la ANC, aunque ha asegurado que JxSí y CUP seguirán trabajando, pero a partir de ahora sin la mediación de las entidades: “Hemos finalizado la tarea que nos tocaba”, ha añadido.
El presidente de la ANC ha constatado tras la reunión que “el clima de diálogo existe” entre Junts pel Sí y CUP, que ha dicho que seguirán dialogando por su cuenta, aunque ha admitido que no tienen “un escenario concreto” sobre el que construir un acuerdo.
En este sentido, Sánchez ha indicado que, en estos momentos, el escenario político catalán está “más cerca” de unas nuevas elecciones en marzo que de un acuerdo entre las partes, aunque ha exigido a Junts pel Sí y a la CUP que trabajen “hasta el último minuto” para dar cumplimiento al mandato de las catalanas del 27S, porque no se puede “dar por cerrado el desacuerdo”.
“Un último esfuerzo”
“Somos conscientes de que el acuerdo es muy difícil, pero pedimos que hagan último esfuerzo por los cientos de miles de personas que han hecho la revuelta más importante de España y Europa y por respeto al futuro del país”, ha reclamado el presidente de la entidad independentista.
“Les hemos emplazado de forma inequívoca y ellos se han comprometido a tener una línea directa abierta permanente” en favor del diálogo, ha asegurado.
Sea cual sea el escenario a partir del lunes, tanto si hay investidura como si se convocan nuevas elecciones en marzo, Sánchez ha reconocido que habrá que hacer autocrítica ante los miles de catalanes “decepcionados”, una autocrítica que en “ningún caso” supondrá “renunciar” al proyecto independentista.
La Assemblea Nacional Catalana, como mediadora entre Junts pel Sí y la CUP, ha planteado en las dos reuniones celebradas entre el jueves y el viernes dos opciones para desencallar la situación, pero sin que se llagara a un acuerdo. La primera planteaba que el Parlament aprobara la investidura del líder de CDC, Artur Mas, como presidente de la Generalitat con el compromiso de someterse en el plazo de tres meses a una “consulta ciudadana”, en la que los catalanes “se posicionarían sobre la Presidencia”. La segunda era una asamblea de electos y una consulta como posibles mecanismos alternativos para decidir el nombre del presidente catalán.