El nuevo Mercat Vell de Sant Cugat, que tras ser remodelado abrió sus puertas el pasado 25 de noviembre, ha recibido más de 50 mil visitantes durante su primer mes de vida. Todo un éxito para una apuesta innovadora que lo convierte en el primer mercado municipal gastronómico de Catalunya. La expectación por la inauguración del recinto trajo, sólo el primer sábado de apertura, a más de cuatro mil personas a pasear, degustar o comprar en el mercado. De hecho, sólo durante la primera semana ya recibió 17.500 visitantes.
La mejor prueba de la buena respuesta que está teniendo entre el público el nuevo Mercat Vell son algunas cifras que ya se han registrado en este primer mes de funcionamiento, como los 5.500 litros de cerveza Estrella Damm que se han consumido; los casi un millar de ceviches y quinientos pisco sours que ha servido la parada peruana del Ceviche 103, o las seis mil ostras y 1.200 raciones de fideos Yakisoba de La Peixateria.
La buena afluencia de público también la han notado los establecimientos tradicionales que ya estaban en el antiguo mercado, como la Fruiteria Hom, que, según su propietaria, Juanita Fernández, ha duplicado las ventas respecto al mes anterior.
Según explica la gerente del mercado, Montse Garcia, “las previsiones de público se están superando y el Mercat Vell se está convirtiendo en muy poco tiempo en un nuevo punto de encuentro en Sant Cugat”.
En total, el nuevo Mercat Vell suma más de 1.200 metros cuadrados de espacio gastronómico. Cada establecimiento tiene su mostrador de venta y su barra para degustaciones y, alrededor de las paradas y en la terraza de la plaza de Sant Pere, hay un espacio común con mesas y sillas, además de mobiliario especial para evitar ruidos y molestias a los vecinos. El mercado, que abre cada día de nueve de la mañana a once de la noche, y los viernes y sábados hasta la medianoche, ha comportado la creación de 55 puestos de trabajo.
Después de una importante remodelación quirúrgica dirigida por el arquitecto Lluís Martínez y 2,5 millones de inversión, el Mercat Vell se ha reconvertido en un elegante mercado del siglo XXI. La fachada se ha abierto más al exterior para aprovechar la luz natural, siempre respetando la huella modernista. También se han cuidado los detalles, como el suelo del mercado, que reproduce el dibujo del tradicional pañuelo de fardos, utilizado para transportar todo tipo de productos hasta mediados del siglo XX.
Los diez establecimientos del nuevo Mercat Vell comparten tres características fundamentales: ofrecen producto de alta calidad, respetan las elaboraciones tradicionales y cuentan con larga experiencia en el mundo del comercio y la restauración.