El escándalo que el lunes por la tarde se armó en un bar de la carretera de Rubí acabó con dos policías heridos y un detenido, el causante de los incidentes.
Al establecimiento acudieron tanto dotaciones de la Policía Municipal como de los Mossos d’Esquadra cuando un testigo llamó a los servicios de emergencias porque un tipo estaba causando molestias en el local, un bar ubicado en la carretera de Rubí. Le habían conminado a marcharse, pero él, erre que erre, se negaba a abandonar el establecimiento.
Las unidades policiales se personaron en el sitio para zanjar el alboroto e identificar al causante, pero la situación fue a peor. Según la versión conocida, el individuo se resistió a la actuación policial, y acometió a varios agentes.
Al final, lo redujeron, y lo detuvieron por varios delitos: por resistencia y desobediencia, y por atentado a agente de la autoridad. Dos policías municipales resultaron heridos en la tremolina, aunque con lesiones de pronóstico leve. Recibieron asistencia, y el arrestado, de 42 años, fue trasladado a Mútua. También sufrió lesiones uno de los agentes que fueron agredidos el sábado por una joven en la calle de Francisco de Vitoria. La chica se enfrentó a los guardias para impedir que agarrasen a un individuo que había dado positivo de alcoholemia y luego se dio a la fuga; entró en un edificio y allí, en el portal, la joven cubrió su huida. Acabó arrestada.