El último día del año, el 31 de diciembre, los más dispares confines del planeta celebran su San Silvestre. Terrassa tiene también la suya. Se trata de la Runneada de Cap d’Any, que alcanzó el pasado jueves su séptima edición. Más de 600 participantes de todas las edades, muchos de ellos ataviados con lustrosos ropajes, se lanzaron a la calle para cubrir seis kilómetros con salida y llegada en la plaza de Can Roca. Se trata de una prueba que hace bandera de su carácter lúdico, festivo, no competitivo. Y sobre todo, gratuito.
Desafiando el frío, los participantes salieron a las seis de la tarde y llegaron a las 6.24 al Raval. Tras la tradicional foto de familia delante del Ayuntamiento, reanudaron la marcha para alcanzar de nuevo la plaza de Can Roca sobre las siete de la tarde. No hubo ni vencedores ni vencidos. Sólo un grito unánime de pasión por el atletismo, por acabar el año corriendo. Corriendo juntos.
El Nenazas Running Club organiza el evento con la colaboración de la asociación de vecinos de Poble Nou – Zona Esportiva. Emilio Sánchez, uno de los organizadores, dirigía a un grupo que cada año es más numeroso con un frontal en la cabeza. "Se han agotado los 600 dorsales y hay mucha gente sin dorsal. Cada año somos más", explicó Sánchez, para quien la prueba es una reivindicación de las carreras gratuitas. "Correr sin pagar es posible. Respetamos todas las iniciativas, pero a nosotros nos gusta correr gratis y en nuestra ciudad. Esto empezó hace siete años con 40 personas y somos ya más de 600", se felicitó Sánchez, que no descarta que la Runneada siga creciendo.