Un joven dio positivo de alcoholemia, con una tasa constitutiva de delito, tras ser parado su coche por la Policía Municipal el viernes en la calle de Colom. Luego llegó su padre con otro vehículo para hacerse cargo del primero, y dio positivo también.
La insólita situación se dio a las 7.30 de la mañana. A esa hora se inició, al menos, con la intervención policial con el primero de los conductores. La dotación de agentes pidió otra unidad con alcoholímetro para que el chico soplase. Y llegó la dotación, y el conductor sopló.
Las dos pruebas de alcoholemia de precisión arrojaron sendos resultados de 0,75 miligramos, por lo que los guardias incoaron diligencias penales por un delito contra la seguridad del tráfico.
El coche quedó inmovilizado, y llegó el padre del conductor imputado. Como es de rigor, tuvo que soplar. Hizo las pruebas, y los niveles fueron también positivos, si bien más bajos que los del chico: 0,46 en un test y 0,42 en otro. La conclusión sancionadora: una denuncia administrativa. Egarvia retiró los dos vehículos.
Otro conductor terminó imputado ayer, a las dos de la madrugada, después de que lo interceptasen los mossos en la avenida del Vallès. La Policía Municipal le hizo la prueba y dio resultados de 0,89 y 0,79 miligramos.