Un hombre dormía el sábado en el interior de una barraca, en un huerto de La Grípia. Volvió en sí y vio el techo en llamas, y salió corriendo, y se salvó. Dos bombonas de butano explosionaron. Se sospecha que el incendio lo provocó alguien con quien había discutido.
Varias personas llamaron a los servicios de emergencias a las nueve de la mañana. Una de ellas alertaba de dos explosiones. Ardía una barraca en una zona de huertos del torrente de La Grípia.
El 112 informó a la Policía Municipal. Tres dotaciones de bomberos acudieron al torrente. También dos unidades de la policía local. Cuando llegaron los bomberos, un hombre echaba a correr.
Los bomberos se afanaron a lo suyo y apagaron el fuego. En la caseta cenicienta encontraron los restos de dos bombonas de butano vacías que habían explosionado por las altas temperaturas.
Dormía
Los policías se dieron a buscar al hombre que había huido. No tardaron en localizarlo en los alrededores. Estaba cerca de un merendero, en la calle del Pintor Casas.
Hablaron con él. Y él explicó lo que había vivido minutos antes. Contó que estaba durmiendo, que se despertó, y que vio entonces el fuego encaramado en el techo. Y que echó a correr, atemorizado.
El hombre, de 52 años, fue atendido por personal sanitario allí mismo, mientras los bomberos ultimaban la extinción del fuego. Una ambulancia lo trasladó a Mútua Terrassa para que unos médicos lo explorasen. Sus síntomas no denotaban una intoxicación grave.
Había pocas dudas sobre lo intencionado del origen del fuego. Las sospechas de la víctima recaían sobre una persona con la que había discutido el viernes.