El presidente de la Generalitat en funciones, Artur Mas, ha dicho que tiene “unos cuantos motivos” personales para renunciar a seguir en el cargo, pero no lo hará porque significaría pagar al “precio” que impone la CUP para el acuerdo y daría la impresión de que le cede el timón del proceso. En declaraciones a 8TV, Mas ha asegurado que es “falso” decir que se está aferrando al cargo pese a que en la izquierda antisistema se resisten a investirlo como presidente de la Generalitat y se ofrecen a apoyar otro nombre que sugiera Junts pel Sí (JxS).
“Motivos para irme tengo unos cuantos, pero tengo uno para no marcharme: si se ha puesto precio a la presidencia de la Generalitat de esta manera y lo aceptamos, querrá decir que este proceso lo dirige la CUP. Si dicen que este es el precio y se cumple su condición, la impresión es que aquí manda la CUP”, ha afirmado.
“No es un tema personal. Artur Mas como persona tiene motivos para hacer otras cosas”, ha asegurado el president, que ha dado a entender que en su casa no verían con malos ojos que se apartase, aunque ha dejado claro que él es “perseverante” y no se “rinde”.
Mas ha explicado que siente “la obligación de aguantar” las duras negociaciones con la CUP hasta “agotar” todas las posibilidades de acuerdo antes de que finalice el plazo del 10 de enero, aunque no pagará “cualquier precio” por su investidura.
Ante las dificultades de la negociación se ha mostrado resignado: “Ya he aguantado tantas cosas que esta tengo la obligación de aguantarla para cumplir el mandato democrático del 27S”.
No intentar buscar este acuerdo con una formación anticapitalista que apoya, como Junts pel Sí (JxS) la independencia, “sería lo mismo que decir” a la gente que votó el 27S en favor de una lista independentista que “su voto no sirvió para nada”.
Según Mas, hay que “agotar hasta el último momento las posibilidades de acuerdo”, apurando si hace falta el plazo del 10 de enero, si bien no piensa pagar “cualquier precio” a cambio de que la CUP apoye su investidura.
“Si al final este acuerdo no es posible porque la CUP rompe la baraja en su asamblea o porque el precio que se pone para la investidura no es asumible, iremos a unas elecciones”, ha avisado.
Mas ha admitido que “la revolución social” a la que aspira la CUP “evidentemente no casa” con el ideario de CDC, aunque ha advertido de que la izquierda anticapitalista “no puede pretender hacer cumplir todo su ideario y su programa con sólo 10 diputados”.
Tras reconocer que JxS y la CUP defienden en muchos sentidos “proyectos diametralmente opuestos”, ha reflexionado que “cuando un país no tiene los instrumentos ni la capacidad legal ni los recursos para abordar estos temas significa que depende de otro”, y ya “nos hemos cansado de que esto lo decida el Estado español”.