Para conmemorar el día internacional de los derechos humanos, la Fundació Mina d’Aigües de Terrassa, la Sindicatura de Greuges de Terrassa y el Comitè Català de ACNUR (Alto Comisionariado de las Naciones Unidas para los Refugiados) organizaron ayer por la tarde un acto en el Museu de la Ciència i de la Tècnica de Catalunya (mNACTEC).
A las siete y cuarto de la tarde, se inauguró la exposición "Grans ulls petits", una muestra fotográfica que recoge la mirada de menores víctimas del desplazamiento forzado en varios lugares del mundo y que podrá visitarse hasta el 10 de enero. Joan Raventós, coordinador del Comitè Català de ACNUR, recordó que existen 60 millones de desplazados a la fuerza y que el ochenta por ciento de estos son niños, mujeres y gente mayor.
Tras la inauguración de la exposición, Victòria Camps, presidenta del Comitè Català de ACNUR, impartió la conferencia "Solidaritat i justícia en un món globalitzat". Camps inició su charla explicando que la dignidad, la libertad y la igualdad son los valores que definen los derechos humanos y la justicia, que "es fundamental mantenerlos" y que están intrínsecamente relacionados. Así pues, según la presidenta del Comitè Català d’ACNUR, la dignidad se define por la autonomía y la libertad de una persona, concepto que no se da en el mismo grado en todos los individuos "porque no hay igualdad".
Camps explicó también que todos los aspectos a los que se les dedica un día "corren el peligro de convertirse en causas pérdidas". En este sentido, afirmó que las declaraciones y cartas que abogan por el reconocimiento de los derechos humanos son utópicas y lamentó que "estamos muy lejos" de cumplirlas. El resto de la conferencia se centró en los derechos sociales y el de elegir donde vivir, en clara referencia a la crisis de refugiados.