El Consorci de Residus del Vallès Occidental ha aprobado los nuevos precios de tratamiento de la fracción resto (contenedor verde) al Centro de Tratamiento de Residuos (CTR) del Vallès Occidental, en Vacarisses. Llevar el próximo año la basura que no reciclamos a Coll Cardús costará 78,91 euros la tonelada, 6,16 euros más que este ejercicio.
Los grupos políticos presentes en el pleno del Consorci han aprobado unánimemente la revisión al alza de la tasa, que supone un incremento del 8,5 por ciento, uno de los más altos de los últimos años. En 2015, los ayuntamientos abonan 72,75 euros por cada tonelada que llevan a Coll Cardús, un 2,67 por ciento más que el año anterior.
El aumento del precio que se aplicará en 2016 responde a dos factores. Por un lado el incremento del canon de la Generalitat de Catalunya, y por otro el coste añadido que supone el transporte de la fracción resto al destino final.
La Generalitat inició el pasado año una escalada del canon que penaliza a las localidades que menos reciclan y, por lo tanto, más basura llevan al CTR y al vertedero. Convencida de que la presión fiscal mejorará las estadísticas del reciclado, estancadas los últimos años, la Agència de Residus de Catalunya inició su estrategia en 2014, aplicando un complemento de 12,7 euros por cada tonelada de fracción resto enviada a Coll Cardús. El
suplemento aumentó hasta los 15,8 euros ese mismo año y la presión continuará hasta 2020, fecha en que cada tonelada de basura no reciclada que llegue al CTR pagará 50 euros en concepto de canon.
En 2014, el Consorci de Residus del Vallès Occidental asumió el incremento del canon autonómico aplicado a mitad de año, de manera que la tarifa aumentó un 1 por ciento todo el ejercicio. Sin embargo en 2015 el Consorci ha acabado repercutiendo el canon y la tarifa ha subido un 1,9 por ciento. Ese incremento es sensiblemente inferior al que registrarán los precios del CTR en enero del próximo año, cuando al aumento del canon se sumará el coste del transporte de los residuos.
El cierre del depósito de Coll Cardús ha obligado a buscar una alternativa para el vertido de la fracción resto que no es susceptible de ser reciclada. El traslado de los camiones desde Vacarisses a otros centros de tratamiento y al depósito final disparará la tarifa del CTR.
Los municipios se preparan por lo tanto para un aumento significativo de la factura de los residuos el próximo año, Y lo harán en un contexto que invitaría a todo lo contrario. Con un IPC negativo, el precio del combustible a la baja y las cifras del reciclaje estabilizadas, los ayuntamientos deberían ver reducido el gasto del vertedero.
La clave, separar en casa
El coste del reciclaje continuará al alza los próximos años y está en manos de la ciudadanía frenar esa escalada. Cuanto más se selecciona en origen, menos acaba en el vertedero, una ventaja para el bolsillo y para el medio ambiente.
En Terrassa, el índice de selección en origen supera levemente el 30 por ciento en el caso de los residuos domésticos. Es decir, más del 60 por ciento de la basura de casa acaba en el contenedor verde, cuando buena parte de esos deshechos podrían tener una salida en el sector del reciclaje.
Conviene tener el cuenta que las fracciones del vidrio, cartón, plásticos y la orgánica generan beneficios tras regresar a la cadena productiva, mientras que la fracción resto origina gastos.
“El tratamiento de residuos tiene un coste elevado, un coste que repercute en los ayuntamientos y por lo tanto en la ciudadanía -afirma Ricard Torralba, presidente del Consorci de Residus del Vallès Occidental, tras la aprobación de los nuevos precios del CTR-. Si producimos menos residuos y gestionamos mejor los residuos en casa, en el trabajo o en los lugares de ocio, estamos contribuyendo a bajar el coste”.
La ciudad de Terrassa lleva una media de 50 mil toneladas de fracción resto anualmente a la planta de tratamiento de Vacarisses. A partir del próximo mes de enero, cuando las tarifas del CTR se sitúen en 78,91 euros por tonelada, la factura anual rondará los 4 millones de euros.