Comparten estos días la sala de Amics de les Arts dos pintores terrassenses de estilos disímiles, cuyas obras no tienen en común más que los escritos con que han acordado acompañar cada una de ellas, para mayor estímulo del "pensamiento, las emociones y las inquietudes" de los visitantes. Anna Espí y Joan Marsal se decidieron a apostillar sus cuadros con textos, de autoría propia, por la voluntad de que el público "entendiera un poco más lo que hacemos, para hacerlo ‘trabajar’ doblemente. Y el resultado ha sido muy bueno. A la gente le está gustando. Se lo leen y luego vuelven a mirarse el cuadro".
Obras con movimiento
Anna Espí llevaba cinco años sin exponer, y vuelve a presentar escenas pobladas por sus "ninots", personajes que protagonizan temas urbanos, lúdicos, de ambientes juveniles o con elementos musicales. "Son cuadros que tienen mucho movimiento. Puedes imaginarte a sus personajes corriendo, jugando, bailando, haciendo cosas", explica la artista. "Siempre intento que tengan vida. Todos son, en el fondo, una parte de mí, del sentimiento que tengo sobre alguna cosa."
En un estilo con reminiscencias del expresionismo y el naïf, Espí llena de colorido sus obras. El rojo, el verde, el calabaza, el amarillo pálido, son "sus colores", y de tanto en tanto afloran los verdes diversos y los azules, "que siempre están, pero muy matizados. Salen los días en que no estoy muy intensa".
La preferencia por el rojo hace que algunas de sus obras se interpreten como muy alegres, "cuando realmente no lo son tanto. Para mí el rojo es un color muy intenso, con el que expresas un sentimiento, que puede ser positivo o negativo".
Parecen, las escenas de Espí, sacadas de la calle, de la vida real, cuando todas son fruto exclusivo de su imaginación. "Nunca han existido y, además, nunca sé lo que haré cuando me pongo a pintar. No hago esbozos ni dibujo antes. Directamente cojo el pincel, me salen cosas y voy haciendo, o rectifico, o pinto encima porque no me gusta lo que he hecho. Generalmente todo lo que lleva un cuadro ha salido exclusivamente de mi cabeza."
Paisajes y difuminados
Para Joan Marsal, ésta es casi su primera exposición. Hubo una individual anterior, para el centenario del CD Terrassa Hockey, , "pero fue más bien un experimento, con acuarelas sobre telas", y también ha participado en colectivasy concursos. Aquí prácticamente todas las obras son óleos ; los temas, paisajes, y la tendencia, realista. "El estilo que querría mío es más cercano al impresionista, pero he creído necesario llegar a saber hacer el realismo. Comencé con marinas, luego paisaje, plantas, para tocarlo un poco todo", señala este artista que aún se ve en formación. "Ahora entraré en una etapa en la que practicaré la figura. En los últimos siete años, habré hecho más de cien cuadros, y de figura un par. Ahora me dedicaré a ella, bastante tiempo; quiero dominarlo un poco todo, en cuanto a la técnica. Después, me dejaré ir, pero de momento intento aprender al máximo."
Siempre que puede, Marsal trabaja al natural, "porque es muy agradecido instalarse en un camino de ronda y pintar una marina o un paisaje". En una ocasión, le entraron ganas de pintar un buen pino, lo encontró en la carretera de Rellinars, y en la exposición está. Otros paisajes son de l’Empordà; a un cañizal de Sant Pere Pescador "me acerqué con un kayak para hacer la fotografías de las cañas, con la que en el estudio hice un cuadro".
Buena parte de sus cuadros juegan con la luz y la neblina, y los contrastes que establecen con el blanco y el negro. Son aquellos con los que ha querido hacerse con la técnica de los difuminados. Pintados, por cierto, con el dedo. "Trabajo con el dedo, la espátula y el pincel." Y también hay alguna obra casi hiperrealista. "Son pruebas. Con lo que disfruto más es cogiendo la espátula y haciendo gruesos".
LOS DATOS
Título "Suite número 2 per a pinzell i ploma"
Artistas Anna Espí y Joan Marsal
Lugar Amics de les Arts
Fechas Hasta el 17 de diciembre
Horario De martes a domingo, de siete de la tarde a nueve de la noche