Largos aplausos y público en pie al término del ballet de “Giselle” ofrecido por el Ballet del Teatro de Bielorrusia en el Centre Cultural de Terrassa el sábado por la noche. No fue en vano. La compañía interpretó “Giselle” de forma brillante. Destacaron los protagonistas de esta historia de amor con sus solos de altura y también el cuerpo de baile con su armonía coral. La compañía rusa se despidió con nota alta e hizo honor a su título mundial de ballet “Bolshoi”. Considerada una obra de referencia en el clásico, “Giselle” narra la historia de una joven campesina, de gran belleza y extremada inocencia, que lucha para lograr dos deseos. El primero de ellos dedicarse a la danza y el otro casarse con el duque Albrecht de quién está muy enamorada. Ambos propósitos, sin embargo, caerán en saco roto por la oposición de familiares y amigos.
La madre de Giselle quiere que abandone la danza porque tiene miedo que empeore su frágil estado de salud mientras que Hans, un guardabosque enamorado de la joven, se interpone en el camino para evitar la boda de la pareja. La voluntad de la madre y de Hans se impone pero con resultados trágicos para Giselle que, tras ver traicionada su inocencia, se sume en una profunda depresión que la arrastra a la locura y al fallecimiento.
Virtuosismo
El Ballet del Teatro Bolshoi de Bielorrusia interpretó la coreografía de danza de forma brillante y la defendió con mucha rigurosidad, virtuosismo y elegancia. Destacaron los primeros bailarines en los personajes principales pero también el cuerpo de baile que los arropó en las escenas de corte más festivo de la primera parte y también en las dramáticas de la segunda.
La bailarina L. Khitrova, en el papel de Giselle, cumplió con creces con la joven delicada y cándida. La artista lució en los solos de extrema dificultad como el baile sobre puntas que ejecuta en la apertura de la segunda parte. Fue una maravilla verla cuando se deslizó de puntillas sobre el escenario en solitario.
El bailarín O. Eromkim también se hizo suyo el personaje del noble Albrecht, ambicioso en el amor, y ejecutó sus piruetas de saltos de mucho calado con decisión. Completó este trío de ases M. Vezhnavets, en el papel de Myrtha, la reina misteriosa de los “Willis”, los espíritus nocturnos del bosque que matan a los hombres que se pasean después de la medianoche.
El ballet ofrecido por esta compañía, que superó las dos horas, nos obsequió con pasajes de gran belleza plástica y constató el amor que profesan por la danza clásica más pura. Supo llenar también las escenas con más registro teatral sin que la ausencia de baile se resintiera.
FICHA TÉCNICA
Coreografía de Jean Coralli, Jules-Joseph Perrot y Marius Petipa con música de Adolphe Adam. Compañía: Ballet del Teatro Bolshoi de Bielorrusia. Día 5 de diciembre de 2015. Centre Cultural (Rambla d’Ègara, 340)