La Policía Nacional ha detenido a los diez presuntos miembros de un grupo organizado que distribuía y adulteraba cocaína en Sant Cugat, de donde es uno de los arrestados, Cerdanyola y L’Hospitalet. Según informó ayer la Policía Nacional, que ha aprehendido 2,1 kilos de cocaína, sustancias químicas para cortar la droga, 2.800 euros en metálico y una pistola, el máximo responsable del grupo, residente en L’Hospitalet, era quien suministraba la cocaína al resto de miembros, que se habían repartido el territorio para aumentar los ingresos.
Los integrantes de la banda lo preparaban todo en sus domicilios y lo vendían posteriormente a pequeños narcotraficantes locales o directamente a consumidores
Los detenidos son ocho personas de nacionalidad dominicana y dos españoles, cinco de los cuales ya han ingresado en prisión por orden judicial y el resto está en libertad con cargos a la espera de juicio.
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La operación policial se inició a finales de 2014, cuando la policía conoció que un grupo de personas estaba distribuyendo cocaína en la comarca del Vallès Occidental. Las primeras comprobaciones permitieron identificar a un vecino de Cerdanyola que utilizaba su domicilio como punto de venta a consumidores o camellos de la zona y que contaba con varios colaboradores.
Los investigadores averiguaron que el proveedor del ciudadano dominicano detectado en Cerdanyola era un compatriota suyo residente en Sant Cugat, quien contaba a su vez con dos colaboradores que adulteraban y manufacturaban la cocaína preparándola para distribuirla a mediana escala en poblaciones de la comarca.
En el registro practicado en la vivienda del detenido en Sant Cugat se aprehendieron 110 gramos de cocaína, 700 gramos de sustancia de corte, un kilo de cafeína, dos básculas de precisión, una prensa y una máquina para envasar al vacío. A partir de esa información, los agentes pudieron conocer al principal proveedor del grupo organizado, un ciudadano español de origen dominicano que residía en L’Hospitalet.