La campaña de las elecciones generales está ya en marcha con toda su intensidad. Esquerra Republicana ha apostado por Terrassa a las primeras de cambio y ayer realizó su primer gran acto de campaña en la ciudad. El resto de partidos, que han empezado con un perfil más bajo irán aumentando la intensidad de su actividad a media que vayan transcurriendo los días de campaña.
Las generales 2015 se presentan ciertamente interesantes por muchas y diversas cuestiones. La primera es si en realidad se va a poner fin al bipartidismo reinante en España prácticamente desde el inicio de la democracia. La desmembración de la UCD abrió una extensa etapa en la que Partido Popular y Partido socialista se han repartido alternativamente el poder. Los partidos emergentes, unos con mayor fuerza que otros según las últimas encuestas, parecen poner en peligro el “estatus quo” vigente. El gobierno puede ser cosa de cuatro y el líder del PSOE, Pedro Sánchez ya ofrecía ayer un pacto a Ciudadanos y a Podemos en caso de ser el partido más votado.
A Rajoy se le ve confiado, aunque poco amigo de ayudas que no sean su propia imagen, en esta ocasión apuesta fuerte por acompañarse de Soraya Sáenz de Santamaría. Pedro Sánchez parece algo más distante y Pablo Iglesias anda intentando recuperar el terreno perdido en los últimos meses. El que anda crecido es Albert Rivera, que se presenta como la gran alternativa a los partidos tradicionales.
En Catalunya habrá que ver cómo responde el “efecto Chacón”. Por cierto, resultó extraño lo que ocurrió el miércoles con la no visita de la candidata del PSC. Se anunció su acto de precampaña en Terrassa, con un contacto con la prensa, luego se dijo que el contacto con la prensa se suspendía y finalmente no sólo eso, sino que se suspendió la visita. Venir a la ciudad de Pere Navarro era como intentar ofrecer una imagen de normalidad a lo ocurrido (Chacón se negó en redondo a incluir al ex primer secretario en su lista electoral), pero finalmente ni pudo ser ni se explicó. Las agendas de campaña son siempre muy complicadas.
La apuesta de CDC por su refundación en el nuevo partido Democràcia i Llibertat también presenta ciertas incógnitas, mientras que ERC sigue mostrándose como un valor firme, al igual que la coalición vinculada a Podemos, En Comú Podem.
