Si bien Terrassa cuenta con 215.467 habitantes, no todos son clientes potenciales. La horquilla se situaría entre los 20 y los 80 años, una población cercana a las 160 mil personas, que forman parte de los 81.587 hogares que hay en la ciudad. De estos, un 17% están habitados por mayores de 65 años y un 24% son de carácter unipersonal.
Son datos que sin lugar a dudas han barajado las empresas de distribución para implantarse en el municipio. La gran mayoría reconoce que lo ha hecho porque tiene potencialidad para crecer en un momento de clara recuperación económica.
Terrassa es un ejemplo evidente de la competitividad de un sector, cuyas grandes empresas no quieren perder la oportunida de abrir en la cuarta ciudad de Catalunya para ofrecer un buen servicio y productos de calidad a precios competitivos, respondiendo así a la creencia de que “hay demanda por parte de los consumidores para que nos instalemos.”
No obstante, hay quien reconoce que, aún siendo lícito, se está yendo demasiado lejos. Consideran que, a la existencia de una gran cantidad de suelo disponible a muy buen precio (motivado por los años de crisis), se suma la “facilidad”-dicen- con que se conceden las licencias de actividad. Constatan, en relación con otras ciudades, el claro desequilibrio que se produce en el sector de la alimentación, en cuanto a metros cuadrados de superficie de venta.