No es la primera vez que se exacerba en exceso la tensión entre comerciales de una empresa eléctrica y un cliente potencial, pero en pocas ocasiones esa tensión deriva en agresiones físicas como la que se registró el martes en Ca n’Anglada. Al parecer, una vecina de la calle de Sant Cosme se sintió molesta por las reiteradas llamadas al timbre realizadas por dos comerciales, y acabó saliendo de su domicilio y acometiendo a los trabajadores. Hubo arañazos y golpes, pero, según parece, los contendientes no quisieron poner denuncia.