El líder de Podemos, Pablo Iglesias, y la vicepresidenta primera del Congreso, Celia Villalobos (PP), se han enzarzado hoy en un debate improvisado en el interior del hemiciclo del Congreso después de que el dirigente de la formación emergente haya criticado la corrupción que afecta al partido del Gobierno.
El encuentro ha tenido lugar con motivo de la entrevista que RNE ha hecho a ambos, por separado, en el interior del salón de plenos con motivo de la jornada de puertas abiertas que se celebra en el Congreso en vísperas del Día de la Constitución.
Al término de la charla radiofónica con Villalobos, ésta ha saludado a Iglesias, que se encontraba a la espera de ocupar su sitio.
El tono cordial con el que comenzado la conversación ha dado paso al intercambio de reproches cuando el dirigente de Podemos le ha hecho ver a Villalobos que “la realidad está más fuera del Parlamento que dentro”.
“Los políticos estamos en la realidad y tocamos tierra todos los días”… Llevo muchos años en política y tengo una mochila importante, una mochila perfectamente presentable. Es lo que nos diferencia, pero cuando estés aquí, vamos a estar de acuerdo en muchas cosas”, le ha replicado Villalobos.
A este comentario, Iglesias le ha respondido: “En esa mochila, Celia, hay demasiada corrupción y demasiadas cosas feas que tiene que cambiar en este país. Los ciudadanos están muy hartos y el día 20 eso va a cambiar”.
El líder de Podemos ha subrayado que en política “es muy importante escuchar” y ha censurado que algunos dirigentes del PP llevan mucho tiempo sin hacerlo.
Villalobos ha reprendido a Iglesias negando que toda la política esté contaminada por la corrupción.
“La política no, vuestro partido, te lo digo con todo el cariño”, ha apostillado Iglesias.
La exministra de Sanidad le ha corregido de inmediato: “Mi partido es muy grande, ha tenido poder y tiene poder en muchos sitios. Somos un fiel reflejo de esta sociedad… Mi partido tiene cientos de militantes, de cargos, y la mayoría somos personas muy honestas”.
“He sido alcaldesa, ministra y me ofendes cuando dices que mi partido está lleno de corrupción. Mi partido, por desgracia, ha tenido casos importantes de corrupción que a quien más nos jode es a nosotros. Lo único que te pido es que tengas cuidado con ese tema”, le ha amonestado.
Villalobos le ha hecho ver que “a lo mejor en algún momento, en algún pueblo” donde gobierne alguien afín a Podemos, también puede haber un caso de corrupción.
“No te acusaré a ti de corrupto, ni diré que tienes una persona corrupta”, ha señalado la diputada del PP.
“Por favor, Pablo, ten cuidado con las palabras, que las palabras ofenden y el tiempo sabes que pasa, es muy largo y no sabes qué va a pasar con tu partido en el futuro. Espero que contribuyas a que entre todos seamos capaces de apartar la corrupción”, ha añadido.
Para tratar de rebajar la tensión, la vicepresidenta primera del Congreso ha confiado en poder tomar “muchos cafés” con Iglesias en el bar del hemiciclo cuando se estrene como diputado.
“¿Con esos gin tonic a dos euros? Igual prefiero tomármelo fuera”, ha reconvenido el líder de Podemos.
“Aquí no tomamos gin tonic, tomamos café”, le ha corregido Villalobos.
Iglesias ha vuelto al ataque al discrepar con que “lo que hay aquí (Congreso) es igual que lo que hay fuera, y qué va, Celia”.
“Vais a aprender una cosa con nosotros. Las cosas las decimos a la cara y cuando alguien dice que la corrupción en el PP es como la sociedad española, nosotros decimos que no. La sociedad española es decente y honesta”, ha dejado claro el líder de la formación emergente.
“No, perdona, cariño, en la sociedad, en todos los ámbitos de la sociedad, hay personas corruptas, lo que pasa que la política es mucho más llamativa porque los políticos, el dinero que utilizamos, es el dinero de todos los ciudadanos. Y eso hay que cuidarlo mucho. Si vas a entrar en esta casa y pretendes ser presidente del Gobierno, deja la demagogia en la puerta, por favor”, le ha exigido Villalobos con tono serio para poner fin al ‘cara a cara’.
Al término de la conversación y ya sin Villalobos, Iglesias ha tratado de quitar hierro al cruce de reproches: “Ha sido un placer. Poder decir las cosas a la cara y a menos de 10 centímetros es algo saludable en democracia”.