La rehabilitación del histórico depósito de agua de Can Boada, que se reinauguró el pasado mes de marzo tras una reforma que alargará la vida del edificio 50 años, ha recibido el premio Bonaplata 2015 de rehabilitación en la categoría de bienes inmuebles.
El galardón, otorgado por unanimidad del jurado, reconoce la espectacular recuperación del edificio construido en 1943 y valora de forma especial “el análisis y el rigor demostrado por los técnicos, tanto en la documentación original como de la obra, que se ha mantenido en uso hasta ahora”.
El proyecto de rehabilitación es obra de los arquitectos David García (Bis Arquitectes SLP), Josep Malgosa y Xavier Delgado (BAMMP), HPSA y Construccions Quera. El jurado valora que su rehabilitación entiende “que la mejor reutilización que puede tener una obra es que siga, previa readaptación, cumpliendo con aquello para lo que fue construida”, un objetivo que en el depósito de Can Boada se da plenamente.
El acto de entrega de los Premios Bonaplata 2015 tuvo lugar el lunes por la noche en la sede de Enginyers Industrials de Catalunya, en Barcelona. al mismo asistieron los profesionales galardonados, acompañados del presidente de Mina. Aigües de Terrassa, Marià Galí, y el teniente de alcalde de Territorio y Sostenibilidad, Marc Armengol. El depósito de agua de Can Boada es un edificio singular cuya construcción arrancó en 1943 con el objetivo de almacenar el agua procedente del río Llobregat para abastecer la ciudad.
Década de los 40
En ese momento Terrassa vivía un periodo de efervescencia demográfica (se superaron por primera vez los 50 mil habitantes) e industrial (el textil afrontaba uno de sus momentos de mayor productividad). El depósito entró en funcionamiento a mediados de 1946. Se construyó de forma circular, con cubiertas de vuelta tórica y un muro de separación que divide la estructura de forma diametral en dos grandes cubas que, juntas, pueden almacenar hasta 10 mil metros cúbicos de agua.
La rehabilitación integral de la estructura arrancó en 2011 y ha permitido prolongar la vida del depósito hasta 2065. Se ha construido un anillo de refuerzo de los fundamentos del edificio que asegura la estructura y se han rehabilitado los dos vasos. Además, se ha permeabilizado el exterior y se ha recuperado la estética original de la torreta central, que fue concebida como un torreón circular.
La reforma se ejecutó en cuatro fases y se inauguró el pasado 3 de marzo. El proyecto ha supuesto la inversión de 1.150.000 euros.