Para proteger la salud de los efectos del frío, se pueden seguir las siguientes recomendaciones:
♦ No automedicarse y consultar al médico de cabecera ante cualquier síntoma anormal.
♦ Evitar los cambios bruscos de temperatura.
♦ Limitar las actividades exteriores.
♦ Tapar la nariz y boca al toser o estornudar.
♦ Respirar por la nariz y no por la boca.
♦ Aumentar la frecuencia del lavado de manos.
♦ Incrementar el aporte calórico de las comidas y utilizar preparados en caliente.
♦ Mantener una buena hidratación durante todo el día con el consumo de agua, infusiones y caldos calientes.
♦ Regular el sistema de calefacción del hogar (temperatura de 20-22 ºC)
♦ Utilizar las prendas de abrigo adaptadas a la temperatura ambiente tanto en interiores como en el exterior.
♦ Evitar salir a la calle con temperaturas extremas.