El grupo Wanda se encuentra en negociaciones para adquirir el 75 por ciento de las acciones del complejo de vacaciones español Marina d’Or, situado en Oropesa del Mar (Castellón), por unos 8.200 millones de yuanes (unos 1.200 millones de euros), según informa hoy el oficial Diario del Pueblo.
El medio señala en su edición digital que el fundador y presidente del grupo, Wang Jianlin, el hombre más rico de China, ya ha visitado el complejo (que incluye un campo de golf, un parque temático, cinco hoteles y un balneario, entre otras edificaciones) junto a representantes de la compañía.
El órgano oficial del Partido Comunista de China cita fuentes propias no detalladas para basar su información.
Contactado por Efe, Wanda declinó hacer comentarios al respecto por el momento.
Wang avanzó en julio que la compañía haría al menos tres grandes adquisiciones en el extranjero en los siguientes seis meses, tras expandir su entrada en el sector deportivo con la compra este año de Triathlon Corporation, dueña de los derechos de pruebas como Ironman, e Infront, una de las mayores empresas mundiales de derechos deportivos.
El gigante chino ya desembarcó en España en 2014 con la compra del emblemático Edificio España, situado en Madrid, por 265 millones de euros, y continuó este año adquiriendo una participación del 20 por ciento en el capital del Atlético de Madrid por unos 50 millones.
Su posible entrada en Marina d’Or se produce mientras se cree que continúan las conversaciones entre Wanda y las autoridades españolas para levantar un complejo de viviendas y ocio en el suroeste de Madrid, el proyecto conocido como “operación Campamento”, sin que haya novedades del estado de las negociaciones desde hace meses.
Por su parte, Marina d’Or ha aumentado su apuesta por atraer turistas del mercado internacional tras confirmar vuelos regulares con Bulgaria y trabajar tanto en otros destinos europeos como en una conexión con China, establecidos a través del aeropuerto de Valencia pero que irían derivando poco a poco hacia el de Castellón.
La compañía anunció en marzo pasado que trabaja con paquetes especialmente diseñados para cada país, así como con personal nativo capaz de expresarse en el idioma de los turistas.
El objetivo del grupo, constituido en 1983 y cuya promotora se declaró en quiebra en junio de 2014, sin afectar a la división de hoteles, era convertirse en la mayor ciudad de vacaciones de Europa, una especie de “Las Vegas europeo” que aún podría resucitar con la eventual entrada de Wanda en el proyecto.