La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha afirmado hoy que si en Catalunya se mantiene el Estado de Bienestar es por la solidaridad del resto de España.
En la inauguración del foro “Perspectivas económicas para España 2016” organizado por el Confidencial y Pimco, Sáenz de Santamaría ha recordado que la financiación del Estado a Catalunya es “condicionada y condicional”, ya que se ha garantizado que los fondos del FLA sean destinados a fines públicos y no independentistas tras pagar directamente el Gobierno central a los proveedores catalanes.
“Pese a las incertidumbres y debilidades del gobierno catalán, este Gobierno de Mariano Rajoy ha sido siempre el Gobierno de España y de los catalanes”, ha aseverado Sáenz de Santamaría, al tiempo que ha recordado los problemas de gestión del Ejecutivo catalán y de financiación a corto, medio y largo plazo.
Ha insistido en que “este Gobierno ha hecho que los catalanes no tengan mermados su derechos de bienestar”.
La vicepresidenta ha afirmado que la incertidumbre catalana es el desafío “más importante” que ha afrontado España tras la transición, y ha dicho que lo que pase en los próximos días en Catalunya ya no depende de Artur Mas sino de que le den o no su apoyo los antisistemas “a los que ha vendido su programa”.
Ha sido tajante al añadir que en estos años el parlamento catalán ha tenido iniciativas que chocaban con la Constitución frontalmente, pero que la última declaración de abrir un proceso de independencia “es un paso más que tiene música soberanista pero letra antisistema”.
Sáenz de Santamaría ha indicado que, no obstante, el Gobierno central trabaja política y jurídicamente por la unidad.
“Desde la fortaleza del consenso se ha mandando un mensaje claro de que no es posible gobernar contra la Constitución y contra el Estado de Derecho”, ha dicho.
Para la vicepresidenta todas las hojas de ruta planteadas por el gobierno catalán han desembocado en elecciones anticipadas, y ha recordado que ha habido tres elecciones en cinco años y “no sé si habrá una cuarta”.
Esto, ha señalado, ha provocado no sólo una gran inestabilidad sino también un “desgarro social y político” muy importante.