Esquerra Repúblicana de Catalunya (ERC) concurrirá “por última vez” a unas elecciones generales el día 20 de diciembre, según han asegurado hoy sus máximos dirigentes en la presentación del programa electoral para esos comicios, que subraya que ahora se “impone una fase negociadora con el Estado para hacer efectiva la independencia”.
El candidato Gabriel Rufián ha sostenido que el Estado “no quiere cambiar, así que nosotros dejamos muy claro que vamos a Madrid a culminar el proceso, no nos moveremos un milímetro de lo que ya somos, un país independiente, una república, y este es el último programa electoral que presentaremos en unas elecciones españolas”.
En su opinión, ha llegado el momento de “obedecernos a nosotros mismos, de dejar de tener un estado en contra, y de tener un estado propio, tan simple y tan grande como eso”.
Por su parte, el presidente de la formación, Oriol Junqueras, ha aseverado que sus candidatos se presentan al Congreso de los Diputados y al Senado para “reforzar, apuntalar, ayudar al gobierno de Cataluña como único interlocutor en el proceso de creación de un nuevo estado”.
El número dos de la candidatura, Joan Tardà, ha reivindicado la “hermandad con los pueblos ibéricos” y, citando a Josep-Lluís Carod-Rovira, ha subrayado que la nueva república catalana debe ser fundada por “todos, te llames Puiggròs, Fernández o Mohamed, porque la catalanidad es un destino, no un origen; de las banderas no se come, aunque sean esteladas”, ha subrayado.
El programa de ERC para las próximas elecciones deja claro que el partido concurre al Congreso con la voluntad de “reivindicar la soberanía que ya ejercemos en el Parlament”, así como para explicar al Estado que “en Cataluña, ya hemos empezado a constituirnos como una república”.
Precisamente, uno de los puntos más destacados del programa, que ya aparecía en el programa de Junts pel Sí, es la agenda a aplicar para negociar con el Estado.
Para los republicanos, esta nueva fase debería de “acordar el reparto de activos y pasivos” y citan que debería abordarse “la gestión de las fronteras con el Estado, los traspasos de funcionarios y organismos y aspectos clave en lo que respecta al sistema energético, la cuenca del Ebro, o el espacio radioeléctrico, entre muchos otros”.
Tampoco obvian que debería haber una “agenda exterior” que hay que centrar “en la preparación del reconocimiento internacional, a partir de la legitimación del mandato a favor de la independencia de los catalanes en el ámbito internacional”.
Por otra parte, proponen la reformulación del estado del bienestar, la creación de una Agencia Catalana de la Seguridad Social, “un país limpio de corrupción”, un salario mínimo de mil euros mensuales o la modernización del poder judicial.