La Associació de Promotors de Barcelona (Apce) ha contabilizado en Terrassa 38 promociones con una oferta de 377 pisos sin vender. Estas edificaciones son fruto de la época de fuerte expansión del sector previa al estallido de la burbuja inmobiliaria. De estas viviendas, el 57,8 por ciento está acabada y el resto paralizada en diferentes etapas constructivas. Sólo un 36,8% se encuentra en fase de comercialización. "El producto nuevo acabado que está la venta es poco; es un discurso que administraciones y ciudadanos aún no han interiorizado", aseguró Marc Torrent, director general de la asociación Apce en un acto sobre la situación del sector que organizó ayer en Cecot el Gremi de la Construcció del Vallès. En Barcelona ciudad, por ejemplo, quedan 924 viviendas en stock, con lo que se "puede decir que prácticamente no hay vivienda nueva y será donde primero suban los precios".
En el acto, además de Toni Palet, presidente del gremio vallesano, participaron Estanislao Codina y Josep Donés, miembro del departamento jurídico- técnico de Apce y secretario de la Federació Catalana de Promotors, respectivamente. Durante estos últimos años, el stock, añadió Torrent, se ha ido reconvirtiendo "en parte en alquiler y en alquiler con opción a compra; otras están fuera del mercado debido a litigios judiciales". Tanto es así que el mercado de Barcelona ciudad ya está viviendo una "revitalización muy potente" que se está trasladando a la primera corona de ciudades del área metropolitana. El Vallès Occidental, y consecuentemente Terrassa, empezará a notar estos efectos especialmente en 2017. En el conjunto de la provincia, las viviendas iniciadas en 2015 crecerán un 50% sobre el año anterior, a pesar de que los números absolutos siguen siendo "muy bajos". En cualquier caso, añadió Torrent, las expectativas para 20016 es que los datos "sean mucho mejores".
Por debajo de la media
Según el estudio presentado por Torrent, el piso tipo en stock en Terrassa mide 65,6 metros cuadrados de media y cuesta algo más de 131 mil euros (1.987 euros el metro cuadrado), un 3,7 por ciento y un 16 por ciento inferior, respectivamente, a la media provincial. Esas medidas de las viviendas por vender, añadió, "pueden dar a entender que el producto ha quedado obsoleto, ya que son mayoritariamente pisos de una y dos habitaciones, que no es suficiente para la actual demanda más centrada en viviendas de tres y cuatro habitaciones", dijo. En cualquier caso, puntualizó, esto no quiere decir que ambas ofertas "sean incompatibles". Además se ha producido otro fenómeno, con el que también habrá que lidiar para liquidar el stock. "La demanda sabe distinguir entre un piso "viejo", aunque no haya sido utilizado nunca, de otro nuevo". E hizo una comparación con la moda, que bien sabe diferenciar entre el "producto de temporada y el que está en stock".
La buena evolución del mercado de Barcelona ciudad, dijo Torrent, acabará generando, de nuevo, un efecto "expulsión" de compradores hacia las comarcas cercanas, como el Vallès Occidental. La mayor demanda deberá conllevar a la larga una subida de precios, que todavía continúan muy bajos. "El precio de la vivienda ha caído en Terrassa un 70% en valor nominal desde 2007 debido a que se ha tenido que absorber el stock. Desde luego, no se puede contar con que el sector tenga que trabajar con estos precios". Durante el acto se abordaron las dudas e inquietudes que ahora se plantean en el sector de la construcción, como la caducidad de las licencias, obras paradas o gestión del stock. Por su parte, Josep Donés aseguró que el buen resultado que ha ofrecido la estrategia de alquilar pisos con opción a compra, provoca que ahora que parte de los promotores inmobiliarios "ya no vean tan mal construir para alquilar y diversificar así la actividad.
