Unos fragmentos se desprendieron el martes del puente de Renfe ubicado en la confluencia de la avenida de Josep Tarradellas con la Rambla d’Ègara. Agentes de la Policía Municipal observaron los cascotes caídos a las 10.15 de la mañana, y dieron aviso de inmediato a la Jefatura. En el suelo había restos de una baldosa y los guardias observaron más piezas que corrían peligro de desplomarse en el lateral orientado a la avenida de Josep Tarradellas. Otra dotación policial llegó a la zona. La Jefatura contactó con el departamento de Gestión del Espacio Público y operarios de esta área supervisaron la estructura para evaluar una intervención.