Las normas que más infringen los conductores españoles cuando van al volante con sus hijos son aquellas que tienen que ver con el exceso de velocidad, el 36,4 por ciento, seguidas del uso del teléfono móvil, no abrocharse el cinturón de seguridad y las actitudes agresivas.
Es una de las conclusiones del I Barómetro sobre Educación Vial en España de la Fundación Mapfre, presentado hoy en rueda de prensa por su director del Área de Prevención y Seguridad Vial, Jesús Monclús, que destaca que seis de cada diez progenitores considera que respeta siempre las normas.
El estudio recalca que las campañas más útiles para inculcar valores sobre prevención vial son, según profesores y padres, aquellas basadas en testimonios e historias personales, mientras que las sanciones administrativas se consideran la opción menos efectiva.
El barómetro concluye que practicar con el ejemplo es la clave para que los más jóvenes sean peatones seguros y conductores responsables.
Refleja que la familia es el ámbito en el que los niños deben aprender y reforzar conductas relacionadas con la seguridad vial como respetar los semáforos y los pasos de cebra, abrocharse correctamente el cinturón de seguridad y utilizar el casco y elementos reflectantes cuando circulan en bicicleta.
Así lo creen más de la mitad de los 526 profesores y 206 padres que han participado en una encuesta realizada el pasado mes de octubre por Fundación Mapfre para este barómetro que analiza dos de los colectivos más implicados en la formación vial, docentes y familias con hijos en edad escolar.
Ambos grupos coinciden de forma mayoritaria a la hora de valorar la educación vial que se imparte actualmente en los centros educativos aunque el barómetro también apunta que sigue siendo necesario mejorarla especialmente en aquellos centros en los que apenas se llevan a cabo actividades específicas en esta materia.
El informe pone de manifiesto además el gran consenso que existe también entre profesores y padres para incluir en el currículo escolar una asignatura específica sobre educación vial.
Un 58 por ciento de los docentes y un 63,1 por ciento de los padres se posiciona a favor de poner en marcha esta iniciativa que el pasado mes de mayo aprobó el Congreso de los Diputados y que insta al Gobierno a incluir la educación vial en los ciclos de Primaria y Secundaria.
En lo que se refiere al cumplimiento de las normas, la gran mayoría de los padres confiesa actuar prudentemente al volante independientemente de la presencia de sus hijos en el vehículo.
Según el barómetro, un 65 por ciento las respeta siempre, un 37,9 por ciento más en presencia de sus hijos y un uno por ciento solo en viajes largos.
Jesús Monclús ha destacado que uno de los grupos en los que más ha descendido la siniestralidad vial mortal ha sido el de jóvenes de entre 20 y 30 años, el segmento de edad al que más se ha dirigido los programas de educación vial en los últimos años.
En este sentido, se ha referido a la importancia de la educación “por la clara relación causa-efecto que existe sobre todo en el caso de los más pequeños entre el grado de conocimientos y comportamientos seguros”.
Ha señalado que la familia es la clave a la hora de transmitir y reforzar conceptos básicos y ha advertido: “Lo que los padres les decimos a nuestros hijos que hagan o lo que nos ven hacer queda grabado en su cerebro para el resto de su vida”.
El informe reconoce la labor que desempeñan los agentes de Policía en relación a la prevención sobre seguridad vial y destaca que pese a que una amplia mayoría de los profesores, ocho de cada diez, no ha recibido formación ni ha participado en programas específicos sobre esta materia muchos de ellos admiten encontrar con facilidad recursos para incluirlos en sus clases.