Más de 500 millones de niños viven en áreas con riesgo extremo de inundaciones, y cerca de 160 millones viven en zonas afectadas por fuertes períodos de sequía, consecuencia de los efectos del cambio climático, según informó Unicef.
En el marco de la vigésimo primera conferencia de Naciones Unidas por el cambio climático (COP21), que se celebrará en París del 30 de noviembre al 11 de diciembre, el comunicado recuerda que alrededor de 300 millones de personas viven en países donde la mitad de la población vive sumida en la pobreza.
La mayoría de las zonas con altos riesgos de inundaciones están en Asia, y las que están en riesgo de sequía en África, según el comunicado de Unicef.
“Esta gran cantidad de personas en riesgo muestra la necesidad de actuar con urgencia”, dijo el director ejecutivo de la organización, Anthony Lake.
“Los niños son los menos responsables del cambio climático, pero ellos y sus hijos serán los que tendrán que vivir con sus consecuencias”, recalcó Lake.
En la reunión que se celebrará en París, los líderes mundiales “buscarán acuerdos” para reducir las emisiones de gas para frenar el riesgo de catástrofes por el aumento de las temperaturas, explicó el comunicado.
Unicef recordó que el cambio climático provoca más sequías, inundaciones, olas de calor y otros fenómenos meteorológicos que pueden causar “muerte y devastación” y afecta especialmente a la infancia a través de la malnutrición, la malaria o la diarrea.
“Esto puede crear un círculo vicioso”, indicó la organización, porque “un niño privado del saneamiento adecuado será más vulnerable en caso de inundaciones o sequías y difícilmente se recuperará con rapidez”.
“Sabemos qué tenemos que hacer para prevenir las consecuencias del cambio climático, no actuar sería inaceptable”, insistió Lake.