Guillem Comas, el hasta ahora cap de colla de Minyons de Terrassa, dice adiós tras dos años en el cargo. El principal motivo que le ha llevado a tomar esta decisión es personal. Concretamente, que va a ser padre por segunda vez, algo que le va a exigir mucho tiempo y por tanto no podrá "dedicar todo el tiempo necesario" a los malva y a las responsabilidades que su puesto exige. "A todo no se llega, y ahora la prioridad será mi familia", declara Comas.
Aunque no suena triste, sino todo lo contrario. Y es que no es para menos, pues su despedida no podía ser más dulce. Se va dejando el listón muy alto, tras cerrar una temporada de ensueño en la que se han realizado cuatro tres de deu, cinco tres de nou y un nunca visto quatre de deu. Éste último es la guinda del pastel, el castell que los ha catapultado a lo más alto y les ha valido una página entera -más que merecida- de la historia de los castellers. "Fue una Diada espectacular. Hicimos el 3 de 10, el pilar de 8 y cargamos el 3 de 9 con aguja y conseguimos realizar el 4 de 10. Fue magnífico".
Los malva confiaban plenamente en que conseguirían coronar la construcción, que no obstante se irguió con un balanceo constante. Pero salió, y redondo. "Si no crees en ello es muy difícil que te salga. De hecho cuando lo intentamos el año pasado también pensábamos que lo conseguiríamos, pero no fue así. Y este año volvíamos a ir convencidos", explica Comas. La sensación del cap de colla una vez oyó el grito de la enxaneta fue inexplicable, algo "increíble". Una sensación que se rebajó al descargar la construcción. "En ese momento me vino la tranquilidad. Se me fue la tensión que había estado viviendo para que todo saliese bien, como estaba previsto".
Hacía tiempo que la colla y el mundo casteller no vivía un hito similar, y aunque Minyons son conscientes de la gesta viven con los pies en el suelo. "Te das cuenta de lo que has conseguido en el mismo momento. Y te vas haciendo más consciente a medida que vas recibiendo llamadas y felicitaciones. No obstante aún quedan muchos retos y muchos castells por hacer", subraya Guillem Comas. Unos retos que, aunque no viva como cap de colla, Comas sabe perfectamente que pasan por seguir trabajando y mantener lo conseguido.