Un vendaval azotó a Terrassa el sábado. Superó los setenta kilómetros por hora en algunos puntos, según datos de la estación de Mina, y desde la medianoche motivó una docena de salidas de emergencias que mantuvo en tensión a la Policía Municipal y los bomberos. No hubo incidencias graves.
A las 00.10 se empezaron a desfrenar contenedores; en Can Gonteres, por ejemplo, y en la carretera de Castellar se desplomaron un par de árboles, cuando menos. Otro cayó en la calle del Pare Llaurador, y una rama de grandes dimensiones se desgajó en el paseo de Les Lletres. Los bomberos se desplazaron a la calle de Pau Marsal porque se desprendió gran parte del revoque de una fachada.
Durante la mañana se sucedieron las intervenciones. Una rama dañó un vehículo en las proximidades del Hospital de Terrassa, y otro sufrió desperfectos al caerle encima una valla de obras en la calle de Provença, en Sant Pere Nord.
Una señal de tráfico
En el mismo barrio, en la calle de Roig Ventura, dio en tierra una maceta, y en la de Pompeu Fabra el viento derribó una señal vertical de tráfico, arrancada desde la base. Y en la calle de Girona se descolgaron varios cables el sábado por la tarde. En el Parc de Les Nacions Unides parte de una cornisa se desprendió de una sexta planta.
A las 9.30 de la noche los bomberos aseguraron una antena parabólica que corría peligro de desplomarse en los grupos de Montserrat. En la calle de Mura, en el sector de Les Arenes-La Grípia-Can Montllor, un contenedor de residuos golpeó varios coches estacionados.