No era la primera vez que Terrassa estaba en el punto de mira de una investigación sobre falsificación de moneda. Agentes de los Mossos d’Esquadra desplegaron ayer un operativo en diversos puntos de la ciudad, al menos en la avenida del Abat Marcet y la calle del Periodista Grané, para desarticular un grupo presuntamente vinculado con la falsedad de billetes. Un individuo, cuando menos, fue detenido.
A las 6.30 de la mañana se inició el dispositivo, que no concluyó hasta las diez y que comprendió un par de registros de viviendas. En un cuarto piso de la avenida del Abat Marcet, justo enfrente del Camp Olímpic, entraron agentes tras reventar la puerta, y salieron tres horas y media después con diverso material confiscado que trasegaron en cajas. Y se llevaron a un detenido, un hombre de origen magrebí.
“Mi padre es inocente. No han encontrado nada”, decía su hija mientras decenas de vecinos presenciaban en la calle la operación policial. “Parecía el rodaje de una película”, contó un vecino que salió al rellano al oír el estrépito de la irrupción policial en el cuarto.
Dos furgonetas con agentes del Àrea Regional de Recursos Operatius (Arro) permanecían aparcadas en la acera del Camp Olímpic. Al mismo tiempo, según fuentes próximas al caso, se desarrolló un despliegue similar en la calle del Periodista Grané. La policía autonómica confirmó el dispositivo y su relación con el papel-moneda falsificado. Las pesquisas las han realizado agentes de una unidad especializada de la Divisió d’Investigació Criminal.
Más operativos este año
El 10 de marzo pasado, otra redada ejecutada por los mossos y la Guardia Civil culminó una investigación similar en la calle de Marinel·lo Bosch, en Cementiri Vell, y la confluencia de la calle de Mossèn Tatcher con la del Historiador Cardús, en Sant Pere Nord. Según testigos de la operación, ésta se saldó con tres detenidos.
Un par de meses después, la policía autonómica dio un zarpazo a una organización de falsificadores que tenía su sede en Terrassa y era experta en la introducción en el mercado de billetes de veinte y cincuenta euros. El dinero, mixtificaciones de altísima calidad, procedía de Italia y lo transportaba a España uno de los miembros de la organización que hacía de correo. Los investigadores calcularon que el grupo (en mayo se practicaron dos detenciones en Terrassa) colocaba en Catalunya una media de 30.000 euros falsos al mes. El método era de goteo, con intermediarios que vendían los billetes a los “pasadores”, el último eslabón de la cadena que pagaba pequeñas compras con el remedo de dinero.