La banda terrorista ETA cuenta con un centenar de miembros huidos, entre 15 y 20 activistas encuadrados en distintas estructuras y con una capacidad de material que la Guardia Civil cifra en 500 kilos de componentes para explosivos y 250 armas cortas de las que robó en Francia.
Son datos que hoy ha facilitado el general Jefe del Servicio de Información del Instituto Armado, Pablo Salas, en un seminario organizado por su departamento sobre la amenaza terrorista, en colaboración con la Universidad Nacional a Distancia (UNED) y el Instituto Universitario de Investigación sobre Seguridad Interior.
El general ha señalado que ETA también cuenta con material para la falsificación de documentos y con la infraestructura necesaria para ocultarse en Francia y otros países.
Basada en tres pilares básicos -la eficacia policial y judicial, el consenso entre los partidos y la colaboración internacional, sobre todo con Francia-, la lucha contra ETA ha logrado debilitarla, aunque la Guardia Civil seguirá luchando contra ella hasta su disolución, ha subrayado Salas.
En este sentido, el máximo responsable del Servicio de información del Instituto Armado ha precisado que una de las líneas que los agentes mantienen activas es la vigilancia de la disidencia dentro de la organización, especialmente de aquellos que quieren volver a la actividad armada.
Además, la Guardia Civil no cejará en su empeño por resolver los atentados (los expertos los cifran en más de 300) aún sin resolver su autoría, aunque Salas ha reconocido que el paso del tiempo dificulta la investigación.
Desde que ETA empezó a actuar han sido 9.000 las personas detenidas por su relación con la banda, con un alto índice de condenas. Según Salas, entre 2012 y 2014 el 95 por ciento de los detenidos por la Guardia Civil ha acabado en prisión.
Salas ha resaltado las últimas operaciones de este cuerpo contra ETA, que han permitido la desarticulación de su aparato logístico, del conocido como "frente de cárceles", del entramado de abogados de apoyo o de su cúpula directiva con la detención reciente de David Pla e Iratxe Sorzabal.