El alcalde de Terrassa, Jordi Ballart, se reunió a principios de mes con varias entidades de La Maurina para abordar uno de los temas que más preocupa a los vecinos: la construcción de un equipamiento municipal. En el desayuno-reunión, y según confirman tanto fuentes municipales como el presidente de la Asociación de Vecinos, Paco Vera, el primer edil se comprometió a construir este casal cívico que hace tanto tiempo que se viene reclamando.
Este ha sido un tema que ha traído cola, pues en abril, un mes antes de las elecciones municipales, el alcalde visitó el barrio y aseguró que reimpulsaría el proyecto del Plan de Barrios paralizado después de que la Generalitat interrumpiera su aportación económica, que deben financiar a partes iguales el Consistorio egarense y la administración autonómica.
Así, los socialistas aseveraron que remodelarian la plaza de La Maurina, la calle de Felipe II y la de Franc Comtat, al considerar esta actuación como prioritaria porque la plaza “no es accesible, no es segura y tenemos que mejorarla para generar vida ciudadana y actividad economica”. Un aspecto con el que están completamente de acuerdo los vecinos, que ven en esa zona “un lugar inseguro, que debe limpiar su imagen porque la gente lo asocia a la drogadicción”, afirma Paco Vera.
No obstante, en cuanto a la construcción del equipamiento cívico proyectado en la plaza, Ballart declaró que “antes de construirlo nos comprometemos a impulsar un proceso participativo entre los vecinos del barrio para ver si creen que hay la necesidad”. Algo que para el presidente de la asociación de vecinos era “innecesario porque ya se habían realizado una treintena de reuniones y todos los vecinos habían expresado la necesidad de que se construyese un centro cívico, pues el centro cívico Maria Aurèlia Capmany está totalmente colapsado”. Una cuestión que se solventará con la edificación de una nueva instalación municipal. Pero para saber “con qué contenidos llenarla, qué actividades se van a llevar a cabo”, según Paco Vera, desde el Ayuntamiento se abrirá un proceso de participación ciudadana para conocer las necesidades de los vecinos.
Pese a que el Ayuntamiento haya asumido la construcción de este equipamiento, el barrio puede tardar a verlo materializado, pues según afirman fuentes del consistorio, la falta de financiación procedente de la Generalitat ha provocado que el Plan de Barrios se prorrogue hasta el 2018. Conscientes de que el Ayuntamiento de Terrassa ya ha financiado su parte, los vecinos de La Maurina estan organizando una manifestación en apoyo al consistorio para pedir al ente autonómico que aporte cuanto antes el dinero necesario.