Tres catedráticos contratados por el expresidente de Bankia Rodrigo Rato para tratar de desmontar las conclusiones de los peritos judiciales del caso, defenderán el miércoles ante el juez Fernando Andreu que las cuentas que sirvieron para el debut bursátil de la entidad reflejaban su imagen fiel.
Los profesores de la Universidad Carlos III Juan Manuel García Lara, Miguel Ángel Tapia y Juan Zornoza han sido convocados a partir de las 9:00 horas para ratificar el informe que les encargó Rato, en el que acusaban a los dos inspectores cedidos por el Banco de España de aplicar un “inadmisible” sesgo retrospectivo en su tesis.
Así, sostienen que los peritos independientes estimaron unos deterioros contables tomando en consideración hechos desconocidos en el pasado, cuando en realidad los antiguos gestores fueron más allá de las exigencias del Banco de España en esta materia.
Por ello, piensan que si estos expertos no son conscientes de ello y creen que los deterioros tenían que haber sido mayores es porque conocieron el desenlace de la crisis de Bankia.
Tras escuchar a los catedráticos, el magistrado celebrará una vista en la que estudiará si aumenta los 33,5 millones de euros de la fianza civil que impuso al grupo BFA-Bankia y cuatro miembros de su excúpula después de que varios accionistas afectados así se lo hayan pedido.
Andreu ha citado a las 10:00 horas al fiscal, al FROB y a los representantes de los seis imputados sobre los que recayó esta medida: Bankia y BFA, su expresidente Rodrigo Rato y los exconsejeros José Manuel Fernández Norniella, José Luis Olivas y Francisco Verdú.
También ha convocado a los cuatro abogados de los accionistas que han reclamado que se incluya lo que ellos invirtieron en la salida a bolsa de la entidad, ello pese a que la Fiscalía Anticorrupción, al igual que el grupo y su excúpula, se ha opuesto desde el principio.
Se trata de cifras modestas, de entre 1.000 y 26.660 euros, y que suman casi 65.000 euros aunque, según fuentes jurídicas consultadas por Efe, no han sido los únicos en reclamar que se engrose la cuantía.
Todo ello después de que esta semana se conociera el “criterio técnico” del Banco de España que da por buena la normativa contable empleada por Bankia en la era Rato, tanto antes como después del debut bursátil del grupo.
De hecho, fue Rato el que reclamó al instructor que se lo pidiera al supervisor después de haber tratado él mismo de requerírselo, sin éxito.
El exministro de Economía quería ese criterio técnico dentro del “caso Bankia” después de que el principal accionista del banco tras su rescate, el FROB, se apoyara en él para recurrir la fianza civil, cuestionando las “debilidades” de las conclusiones de los peritos judiciales y concluyendo que todas las cuentas “reflejaron su imagen fiel”.
Sin llegar a ninguna conclusión y sin avalar explícitamente la gestión de Rato, la institución que preside Luis María Linde discrepa de la principal conclusión de sus inspectores.
De esta forma, defiende el uso de las provisiones genéricas -el colchón atesorado en los años de bonanza por las cajas que formaron el grupo- y que podían utilizarse para cubrir dotaciones adicionales específicas, precisamente lo que hizo Bankia.
También sostiene que la circular contable permite clasificar como créditos subestándar, o susceptibles de ser morosos sin que aún lo sean, las operaciones de clientes que forman parte de colectivos en dificultades, algo que también hizo la entidad con buena parte de su cartera de préstamos a promotores.
Mientras algunos han situado este informe como una de las pruebas clave del caso, otras fuentes jurídicas consultadas por Efe rechazan su relevancia y mantienen la importancia del criterio de los peritos.
Esto fue precisamente lo que hizo la Sala de lo Penal, que ya sostuvo que, aunque “pueden haberse seguido las pautas marcadas por los órganos supervisores” o que “pudiera haber sido necesario que Bankia saliera a bolsa por una necesidad legal”, se debe dar mayor “relevancia” a las conclusiones de los dos técnicos judiciales que cuestionaron sus cuentas.