Hace unos 35 años, el historiador terrassense Josep Puy i Juanico trabajaba en su primera investigación "seria", sobre la figura de Alfons Sala, que dio lugar a su primer libro, cuando se topó con la figura de Domènec Palet i Barba (Terrassa, 1872-Barcelona 1953), que desconocía. Le cautivaron sus intervenciones en la prensa, sus denuncias de los tejemanejes electorales, "su discurso honrado y de progreso en aquella Terrassa de principios del siglo XX. Era un personaje que hacía una oposición firme pero respetuosa a Alfons Sala". Tanto como para pensar que, algún día, le gustaría escribir la biografía de este político, erudito, amante de la naturaleza, geólogo, activista cultural y, sobre todo, "un hombre interesado por todo, con un elevado sentido de la honradez, y pieza clave en la Terrassa de las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del XX".
"Un texto extraordinario"
Pasaban los años, y Palet i Barba continuaba en la memoria de Puy, como un estudio pendiente. Hasta que en el año 2009 se puso manos a la obra. Una reunión con su familia en el barrio barcelonés de Sants fue el primer paso de un ingente trabajo de investigación histórica, que ha culminado con la publicación de "Domènec Palet i Barba, prohom de la Terrassa republicana" (edición de la Fundació Josep Irla) el libro que el jueves se presentó en el Centre Cultural Terrassa.
De "texto extraordinario, que pone en valor un republicano de verdad, con los problemas y debilidades que tenemos todos,", calificó la obra Joan Serrallonga, profesor de historia contemporánea de la UAB. "Es un libro para ser leído, pero también para ser mirado, porque está muy bien editado, y se han rescatado muchas imágenes."
No existía ninguna biografía de Palet i Barba y, por lo tanto, este era un libro esperado. Ante todo, para deshacer equívocos sobre el personaje. El primero, que no "pasó de puntillas" por el Ayuntamiento de Terrassa, como se había dicho. "Estuvo diez años, y fue alcalde accidental durante tantos meses que, en la práctica, acabó ejerciendo de titular, y le tocó autorizar y presidir hechos importantes". En el gobierno municipal, Palet i Barba destacó "por su discurso honrado. Era muy escrupuloso, y promovió las donaciones a gente que necesitaba dinero para comer o estudiar".
"También hay que revisar su actuación como parlamentario en Madrid". Palet i Barba fue diputado a las Cortes por ERC en las tres legislaturas republicanas "y leyendo las actas del Congreso encontré intervenciones muy interesantes, como las de la ley de radiodifusión". En plena Guerra Civil, participó en las reuniones de las Cortes republicanas en Valencia, Montserrat y Sant Cugat del Vallès.
Tampoco es cierto que se exiliara a México, como ha circulado. No dejó Terrassa hasta el último día de la guerra en la ciudad, el 26 de enero de 1939. Después estuvo escondido en Barcelona y Vic, y cambió su aspecto físico -se afeitó su característica barba- para evitar ser reconocido. Con gran pesar, tuvo que venderse su biblioteca para sobrevivir. A México fue en 1950 para encontrarse con su hijo mayor.
Puy señaló que "fue un hombre bueno y generoso, que abrió una grieta en el caciquismo local, y dejó una gran huella", sin eludir algún "tic extravagante" que tenía. Agradecería asimismo la ayuda recibida de diversas personas, entre ellas Manel Planchat y Rafel Comes, "siempre generoso y atento a cualquier petición, y al que la ciudad no reconoce aún lo que ha hecho y hace por nuestra historia".
"Con Palet i Barba podemos ver la historia del republicanismo en Terrassa", señaló Isaac Albert,. concejal de ERC. "En un país europeo normal, Palet i Barba habría recibido homenajes populares, porque encara los valores de la democracia", rubricaría Josep Huguet, presidente de la Fundació Josep Irla.