El cuerpo sin vida de Vicente Roldán fue localizado ayer en Can Petit, en la zona donde el operativo vasto de búsqueda había centrado sus primeros esfuerzos cuando se supo de la desaparición de Vicente, el martes por la tarde. Pero no era fácil ver el cadáver. Estaba en una hondonada, tras de follaje espeso, a pocos metros de la riera de Les Arenes. Unos bomberos lo encontraron a las dos de la tarde.
De los indicios manejados por la policía se deduce que el hombre, de 69 años, falleció seguramente el mismo día de su desaparición, el martes. Vicente Roldán Urbano, vecino de Sant Llorenç, natural de Nueva Carteya (Córdoba), casado, padre de dos hijos, salió de su domicilio poco antes de las diez de la mañana para dar una vuelta. Emprendió su paseo matutino, que casi siempre le llevaba por los mismos sitios. Caminaba por Can Petit, por la carretera de Castellar, por la calle de Tàrrega, y el martes tenía que dejarse caer por un centro social de Les Arenes. Sufría depresión, pero estaba bajo tratamiento; en apariencia, controlado desde el punto de vista psiquiátrico. Había pasado dos meses en Granada, y regresó a Terrassa la semana pasada.
Rastreo
El martes lo esperaba su familia para comer, a eso de la una; no llegó a la hora prevista. Sus parientes aguardaron un rato, pero el hombre tardaba en demasía. Los Mossos d’Esquadra contactaron con los bomberos a las 4.30 de la tarde, y el dispositivo de rastreo empezó con la participación de ambos cuerpos y de la Policía Municipal. Unidades caninas y helicópteros equipados con cámaras térmicas se sumaron a la batida. También agrupaciones de defensa forestal.
Pasó el martes, y el miércoles se reanudó la búsqueda, que duró hasta la madrugada y repasó zonas boscosas de la periferia, sobre todo en el norte de Terrassa. Y ayer la busca prosiguió. La foto de Vicente inundaba redes sociales. A las dos unos bomberos encontraron el cuerpo del desaparecido.