Los centros sanitarios concertados de Catalunya también están sufriendo retrasos en los pagos de las facturas por parte del Servei Català de Salut (CatSalut). Si hace un par de semanas eran las farmacias catalanas las que denunciaban que la situación es insostenible debido a los impagos de la Generalitat -la deuda asciende a 334 millones de euros y el retraso ya alcanza los cuatro meses- ahora son los hospitales y centros sociosanitarios concertados los que se suman a la causa. Así, Salut adeuda un total de 465,5 millones de euros a los hospitales y centros concertados. De esta deuda total, 115 millones de euros atañen a una tercera parte del montante de junio que se debía abonar en septiembre, y 350 millones corresponden a la factura del mes de julio que se deberían haber ingresado a finales de octubre.
A los centros egarenses también les perjudica esta medida del departamento de la Generalitat. Así, Mútua Terrassa y el Consorci Sanitari de Terrassa (CST) también están afectados por los retrasos y los impagos, según informó la patronal Unió Catalana d’Hospitals, aunque se desconoce a cuanto asciende la deuda, pues ninguna de las dos entidades ha facilitado datos concretos sobre la cuestión.
Cuatro meses sin cobrar
En todo caso la situación en la que se encontrarán ambas entidades no debe ser fácil, pues el Departament de Salut de la Generalitat solo ha abonado el 66 por ciento de los servicios de la factura de septiembre, que tenía que pagar a los centros concertados en octubre si se hubiese mantenido el término de pago de 90 días. Pero ahora, el sector sanitario concertado, que engloba más de medio centenar de hospitales, toda la red sociosanitaria y el 20 por ciento de la atención primaria pública, está cobrando a 120 días. “Habitualmente cobramos a 90 días, aunque en septiembre ya se retrasó y en octubre ya no cobramos toda la factura. Y en noviembre ya no sabemos si cobraremos”, revelan desde Mútua Terrassa. Para poder hacer frente a esta difícil situación, la entidad sanitaria lo “asume con pólizas de crédito de entidades financieras, un recurso que todavía podemos utilizar”, declaran las mismas fuentes.
Y es que la Federación Nacional de Clínicas Privadas (FNCP) -cuyo representante en Catalunya es ACES- alerta que las entidades de salud catalanas tienen actualmente “una deuda acumulada del 33 por ciento de la facturación de junio, más el 100 por cien de la facturación de julio, agosto, septiembre y octubre, con lo que llevan cuatro meses prestando servicios sanitarios, pagando a sus trabajadores, la seguridad social, aplazando pagos a proveedores y todo, sin cobrar”.
Una situación que la entidad considera “crítica” y que ha llevado al “agotamiento de sus tesorerías y de las líneas de crédito, de las que en su caso pudieran disponer, encontrándose a fecha de hoy sin solución de continuidad”. Esto significa, según los centros, que no se podrá hacer frente a los pagos de las nóminas correspondientes al mes de noviembre ni tampoco a los proveedores. Todo ello, sumado a una situación crítica que hace más de siete años que ya se viene arrastrando debido a la crisis, ha puesto a los centros privados con conciertos con la Generalitat de Catalunya en una situación “insostenible”, según ha denunciado la patronal Associació Catalana d’Entitats de Salut (ACES).
Situación límite
Los motivos de los impagos son los mismos que para las farmacias: una partida del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) que no llega. La contratación del Departamento de Salud a los centros concertados supone unos 4.400 millones de euros anuales. Esto significa un 53 por ciento del gasto total del Cat Salut. La factura mensual de los conciertos ronda los 350 millones. “Toda esta problemática atenta contra la viabilidad de los centros y supone un impacto directo a la tesorería de las entidades que, desde hace tiempo, se encuentran al límite de disposición de sus líneas de crédito y tienen muchas dificultades para ampliarlas”, lamentan las patronales (Unió Catalana d’Hospitals, ACES, ACRA y el Consorci de Salut i Social de Catalunya).
Por si fuera poco, el sector concertado ha denunciado también que la subida de tarifas de un 3,6 por ciento que Salut prometió en mayo todavía no ha llegado. Los centros denuncian que los compromisos derivados de esta medida, que fue clave para que se firmase el primer Convenio Colectivo de todo el sector, los están asumiendo los mismos centros con recursos propios.
Desde la FNCP, piden encontrar una salida “conjunta, urgente y valiente” a esta situación que tildan de “insostenible”.