El presidente del grupo parlamentario de la CUP, Antonio Baños, ha descartado que en la segunda votación de mañana los diputados de su grupo cambien de opinión y apoyen la investidura de Artur Mas como presidente de la Generalitat.
Después de que ayer la CUP sumara sus diez votos a los del resto de la oposición para tumbar la investidura de Mas en la primera votación, Baños ha asegurado en declaraciones a RAC 1 que la posición de su grupo no variará en el día de hoy: “Si presentan al mismo candidato, haremos lo mismo que habíamos dicho”.
Preguntado por si eso significa que mañana Mas no podrá ser investido presidente con los votos de la CUP si Junts pel Sí (JxS) vuelve a presentarlo como candidato, ha sido tajante: “Claro”.
Baños ha asegurado que, antes de tener que elegir entre investir a Mas o un fracaso negociador que conduzca a elecciones anticipadas en marzo, existen fórmulas de “consenso”, que pasan por otras “opciones, personas y maneras”.
De esta forma, ha cerrado la puerta a un posible pacto hoy mismo, pese a que el presidente del grupo parlamentario de JxS, Jordi Turull, había hecho un llamamiento a la CUP a buscar un acuerdo de última hora con “cesiones” mutuas.
Después de que ayer fuese el encargado de intervenir por parte de la CUP en el debate de investidura, Baños ha protagonizado la anécdota del día, ya que tenía programada una entrevista con RAC 1 a las 08.40 horas de esta mañana, pero no ha comparecido.
Ni la emisora ni nadie de su formación eran capaces de localizarlo y por unas horas su “desaparición” ha dado pie a comentarios de todo tipo en las redes sociales.
Finalmente, al filo de las 12.00 horas, Baños ha atendido la enésima llamada de la emisora de radio y ha entrado en antena para disculparse y bromear sobre su misteriosa ausencia matutina: “No estoy reunido con Mas, ni he huido del país para que JxS gane mañana gracias a mi ausencia, ni me han detenido, ni el Tribunal Constitucional me ha secuestrado…”.
Baños ha asegurado que ayer, después de los “nervios” que pasó con su intervención en el Parlament, pudo dormir muy poco y esta mañana se ha quedado dormido y “con fiebre”, por lo que no ha oído los “centenares de mensajes” que le llegaban al teléfono móvil.