Aunque parezca que Daniel Cacija nos sumerge en un viaje en el tiempo, nos hallamos ante -por el momento- pequeño renovador de lo que conocemos como “crooner.” Añade ideas propias a arreglos que ha hecho muy suyos, con los que con sutileza se desprende del aroma retro para construir un discurso que se nos antoja extraordinariamente maduro para su edad, apenas 29 años.
Este vocalista con voz de barítono, gran admirador del que está considerado como el mejor cantante de jazz de la actualidad, Kurt Elling, está considerado entre los mejores cantantes de jazz del mundo de menos de 30 años, y así se lo reconoció la prestigiosa revista Downbeat en 2013.
Contra lo que hubiera sido razonable y deseable, el público que le recibió en Terrassa no fue numeroso. Aún así, el cantante y su banda demostraron con creces las razones por las que se merecería tener un futuro glorioso.
El hecho de contar entre las filas de su quinteto con un trompetista catalán, Pol Omedes (el mismo que ha grabado el disco) ha facilitado sin duda su debut entre nosotros, con un muy swingante directo y con una retahíla de variadas piezas, dos de las cuales merecen especial mención….
Desde el hip-hop
La primera es “No Church In The Wild”, la adaptación de un tema de hip-hop de Jay-Z y Kanye West, que logra llevar a su terreno con naturalidad y que ha utilizado para abrir su disco de debut, “Lifeline”. La segunda es “Precious Me, Precious You”, una pieza construida a partir de un tema de folk de Macedonia, con la que se evidencia el origen croata de este artista.
Otras de las piezas que dan cuenta de sus extraordinarias capacidades vocales es “I Just Gor Back In Town”, a dúo con su contrabajista, un vocalese de Eddie Jefferson en el que destaca su extraordinaria musicalidad, su naturalidad, su feeling y emotividad.
El vocalese es probablemente una de las acepciones más complicadas del jazz, incluso más que el scat; el hecho de adaptar a la música una letra como si la voz fuera un instrumento da una idea de la infinita versatilidad del humano instrumento, pero controlar de veras esa técnica es extremadamente difícil. Cacija lo hace, y además, emocionando.
Cacija también domina con excelencia el scat, y aunque en alguna crítica se le invite a economizar ese recurso, lo cierto es que ni uno de los scats que desarrolló a lo largo de su concierto en Terrassa parecieron sobrar.
Asimismo resultó agradable comprobar su dominio del inglés, y de unos textos evidentemente complicados, que vive y transmite con arrojo y sin ninguna contención. Pese a ello, sigue en todo momento manteniendo la elegancia que se le presupone al “crooner.”
Arropado por una banda de gran nivel, Cacija protagonizó el que se ha convertido, sin duda, en uno de los grandes conciertos de la temporada que acabamos de empezar. Para el próximo mes de mayo prepara su regreso a tierras catalanas, y esperamos de que en caso de que se decida a regresar a Terrassa, el recibimiento sea el que se merece: con la Cava llena a rebosar.
FICHA TÉCNICA
Daniel Cacija (voz), Pol Omedes (trompeta), Mátyás Bartha (piano), Mátyás Hofecker (contrabajo) y Oleg Markov (batería.) Viernes, 6 de noviembre. Nova Jazz Cava.
