Con las tres víctimas de ayer por violencia machista, una mujer de 28 años en Baena (Córdoba) y dos, madre e hija, en la localidad valenciana de Lliria, ya son 44 las mujeres que han muerto por esta causa en lo que va de 2015.
El ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, ha pedido “unidad y compromiso” hoy desde su cuenta de Twitter, tras los asesinatos de estas tres mujeres a manos presuntamente de sus parejas.
La mujer de Baena murió después de que supuestamente le disparara su pareja, de 51 años, que posteriormente se suicidó.
Los dos cuerpos sin vida fueron encontrados en la tarde noche del sábado en el municipio cordobés, después de que unos familiares los descubrieran en el cortijo en el que vivían.
El varón habría disparado a la víctima con una escopeta y después se habría suicidado. No constaban antecedentes ni denuncias por violencia de género
En Lliria, el presunto autor de la muerte a tiros de dos mujeres, madre e hija, se entregó en la Comandancia de la Guardia Civil en Valencia en torno a las 23.00 horas del domingo.
Las dos mujeres, según confirmaron a EFE fuentes de la investigación, eran de etnia gitana y vecinas del pueblo y el presunto agresor, que no vivía en la localidad, estaba separado de esta última y parece ser que tenía una orden de alejamiento.
El suceso se produjo sobre las 17.00 horas de este domingo, cuando un hombre bajó de su coche y disparó a “bocajarro” a ambas mujeres, que estaban con un menor de cuatro años, hijo del agresor y una de las víctimas y que resultó ileso.
Tres mujeres fallecieron en enero, dos en febrero y cuatro en marzo. Una víctima fue contabilizada en abril, cuatro en mayo, cuatro en junio, ocho en julio, cinco en agosto, dos en septiembre, siete en octubre y, con las tres de hoy, cuatro en lo que llevamos de noviembre.
La comunidad más trágica en este sentido es la Comunidad Valenciana, con diez mujeres muertas, seguida de Andalucía, con ocho, y Cataluña y Galicia con seis. Dos mujeres fallecieron en Madrid, las mismas que en el País Vasco, Castilla y León y Canarias. Y una en cada una de las siguientes comunidades: Asturias, Cantabria, Extremadura, Islas Baleares, Castilla-La Mancha y Murcia.
De las 44 mujeres fallecidas, veintiocho eran españolas y dieciséis extranjeras.
Veintisiete convivían con sus parejas y otras diecisiete no.
Ocho habían presentado denuncia. Y dos tenían medidas de protección en vigor que había sido quebrantada con consentimiento de la propia víctima en las dos ocasiones.