David Pirri vivió el pasado domingo una jornada especial. No sólo por el importante triunfo obtenido contra el Gavà, sino por el hecho de cumplir su partido de Liga número 50 en el banquillo egarense. Una etapa con altibajos pero que ha cambiado al Terrassa FC en su concepción futbolística de la mano de una apuesta atrevida con la que ha dotado al equipo de una personalidad muy definida. El Terrassa de David Pirri es un equipo que apuesta por el buen fútbol, que entiende que en Tercera se puede apostar por el juego combinativo y que despierta atención en todos los sectores. Y no sólo eso, sino que es valorado por sus propios futbolistas, una circunstancia muy destacable que se repite en cada discurso de los componentes del primer equipo del Terrassa.
El balance global de David Pirri en el banquillo egarense es de 21 victorias, 12 empates y 17 derrotas. Su equipo ha marcado en ese período un total de 69 goles y ha recibido 65. Como local su cómputo es de 13 victorias, siete empates y cinco derrotas. Como visitante sus números son de ocho victorias, cinco empates y doce derrotas.
El técnico nacido en Badia llegó al Terrassa procedente del Castellar, donde entrenó una parte de la temporada en Segunda Catalana después de su estancia en el Sabadell, donde estuvo a cargo del fútbol base y también del primer equipo durante unos meses.
Llegó de la mano de Sergio Montero, secretario técnico del club egarense, y buen amigo suyo. Jugador profesional en Primera y Segunda División durante muchos años, mantuvo el bloque de la campaña anterior en su estreno y condujo al Terrassa a las primeras plazas tras un arranque nefasto que a punto estuvo de costarle el cargo. En su primer año situó al Terrassa en la séptima posición, con los mismos puntos que el cuarto clasificado. Pirri tuvo que gestionar un año caótico por la crisis institucional del club, circunstancia que arruinó en buena medida la trayectoria de un equipo que ofreció momentos espectaculares de fútbol.
Después del acceso a la propiedad del club del equipo de Jordi Cuesta, David Pirri fue ratificado en el banquillo, aunque tuvo que afrontar un proceso de renovación casi total debido a que la plantilla se desmanteló ante las incógnitas de futuro que rodeaban al club. Por el momento, su equipo está mostrando una línea más irregular, mostrando su mejor versión en el Camp Olímpic pero sufriendo demasiado en las salidas. Los 23 goles encajados hasta el momento han sido su peor estadística en esta etapa como técnico terrassista.