Una mujer se llevó el bolso de otra el sábado durante la aglomeración de visitantes del cementerio. No se trató de un robo, como pudo comprobar luego la Policía Municipal, sino de un descuido. La víctima contactó con unos agentes que vigilaban el recinto para comunicarles que le había desaparecido el bolso, de color negro, que contenía llaves, documentación y unos setenta euros. Pocos minutos después otra mujer entregó a unos agentes el bolso. Dijo que lo había hecho suyo por descuido. No faltaba nada.