Más de 100.000 mujeres dejaron de ser población activa en el tercer trimestre del año porque abandonaron su trabajo al encontrar sus maridos un empleo, se jubilaron, decidieron atender a sus hijos en vacaciones o emigraron buscando una oportunidad laboral.
Más de 180.000 personas encontraron un empleo en el tercer trimestre del año, un periodo en el que sin embargo el paro se recortó en casi 300.000 personas, dando lugar a un desfase que se explica en la reducción de la población activa.
La Encuesta de Población Activa (EPA) muestra que la población que trabaja o busca un empleo se redujo en 116.000 personas entre julio y septiembre, debido en exclusiva a la salida del mercado laboral de 121.500 mujeres (dado que el número de hombres activos aumentó en 5.400 personas).
Y la pregunta es: ¿a dónde han ido a parar esas mujeres? ¿Por qué han abandonado el mercado laboral en un momento en el que el empleo está creciendo?
Los flujos de población de la EPA también reflejan que 1.358.700 personas salieron de la actividad durante este trimestre (16.500 más que en el mismo periodo de 2014), un dato que se explica fundamentalmente por el flujo neto de salida desde la ocupación a la inactividad de 100.100 mujeres.
La mayor parte de ellas, 37.400 féminas, tenían entre 35 y 44 años, seguidas de las de 25 a 34 años (35.600), de las de 45 a 54 años (34.500) y de las de 55 años en adelante (33.400), mientras que las menores de 24 años siguieron el camino contrario y 40.900 de ellas pasaron de la inactividad a la ocupación.
La catedrática e investigadora de Fedea Sara de la Rica ha explicado a Efe que en los últimos 8 años han entrado al mercado laboral muchas mujeres de edades maduras y, en general, con poca formación que, ahora que sus maridos han encontrado un puesto de trabajo, empiezan a abandonarlo.
Vuelven a la inactividad porque su entrada al mercado laboral se produjo como “trabajador añadido”, ha asegurado De la Rica.
Y es que el número de mujeres inactivas se ha incrementado casi en exclusiva durante este trimestre entre aquellas que declaran dedicarse a las labores del hogar (con 134.900 mujeres más), según la EPA.
En el mismo sentido, la profesora de Dirección de Personas y Organización de Esade Àngels Valls ha señalado a Efe que el incremento de la inactividad en mujeres responde al cuidado de personas en el ámbito del hogar.
“La mujer continúa cumpliendo con el rol de fuerza de trabajo subsidiaria”, ocupando el hueco que dejaban los hombres durante la crisis, debido a la destrucción de empleo en sectores masculinizados.
Sin embargo, a juicio de Valls, los flujos de población entre ambos sexos siguen un patrón muy similar, ya que el 93 % de los hombres inactivos ya lo estaban en el trimestre anterior, tasa que apenas se reduce al 91,2 % en el caso de las mujeres, lo que no muestra una diferencia “muy significativa”.
Además del cuidado de familiares, también es destacable la salida de la actividad de mujeres de entre 25 y 44 años, madres que tienen un puesto de trabajo “circunstancial” y lo dejan y vuelven al hogar en la temporada estival para cuidar a sus hijos, según De la Rica.
Esta última razón tiene, sin lugar a dudas, un claro componente estacional ya que el tercer trimestre incluye los meses de julio, agosto y septiembre.
También afectan la emigración de España para trabajar en el extranjero y la entrada de mujeres en la inactividad por jubilación, las llamadas “salidas por la cola”, ya que el envejecimiento de la población hace “que entren pocos y salgan muchos”, ha asegurado De la Rica.