Jesús Cortés, dieciocho años en la presidencia del CN Terrassa y con un peso específico en el club indiscutible hoy en día, ejerció ayer de Presidente de Honor para establecer una serie de puntos que sea quien sea el próximo presidente se deben respetar como señas de identidad. "Cada cual puede aplicar su estilo, pero respetando esos pilares." En ese sentido, destacó la necesidad de invertir en las instalaciones para satisfacer las necesidades de los socios; ajustar la política económica a una racionalidad entre las necesidades sociales y deportivas; invertir en los empleados para tener un equipo humano preparado; ejecutar una gestión profesional para que los beneficios reviertan en todas las áreas de la entidad; y seguir la línea de fomento de las escuelas deportivas como característica propia en todas las secciones de la entidad.
