Se ha dado esta semana una circunstancia que ha llamado la atención en el pleno municipal. Se trata de una estrategia que evita al equipo de gobierno con la complicidad de Ciutadans el debate político de cuestiones en las que puede no sentirse del todo cómodo. El frente de izquierdas del pleno, compuesto por Terrassa en Comú, Esquerra Republicana y CUP ha elevado notablemente el contenido político de las sesiones plenarias en el Ayuntamiento. Sumamente activos, se preparan los plenos con gran intensidad y aportan numerosas propuestas. Al margen de la coincidencia de opiniones que puedan generar, no se puede negar que la oposición está siendo sumamente combativa y con contenido.
Así, en el pleno del jueves, se presentaron, como va a ser habitual en este mandato, diferentes propuestas de resolución. En dos de ellas, las relacionadas con las becas comedor y la de la reordenación de las lineas de autobús, el equipo de gobierno presentó sendas enmiendas a la totalidad. El reglamento permite votar la enmienda a la totalidad de la propuesta de resolución de la oposición; si el resultado de la votación es favorable a la enmienda, ésta prevalece sobre el original y quien presenta la propuesta se ve obligado a retirarla. De ningún modo se puede cuestionar la regularidad de la maniobra. Sorprende por inhabitual, pero visto el resultado del jueves, es probable que se vuelva a dar en alguna nueva ocasión puesto que es una forma de desactivar la ordenada y contundente labor de oposición de los partidos de izquierda. Otra cosa es valorar si desde un punto de vista estético es correcto soslayar de esa manera el debate político del pleno y arrebatárselo a la ciudadanía. De cualquier modo, puede entenderse como una maniobra de autoprotección de un gobierno en minoría que no lo va a tener fácil en este mandato.
En ese sentido, vale la pena destacar la actitud colaboradora de Ciutadans por garantizar de alguna manera la gobernabilidad de la ciudad al alinearse con el equipo de gobierno en algunas de las votaciones que se llevaron acabo en el pleno. Javier González, que ya en el primer pleno del mandato extendió la mano al alcalde Ballart, votó junto a PSC y CiU en las dos enmiendas referidas anteriormente, en la aprobación de la adjudicación del servicio de comedores escolares a Serhs y en la que se otorgaba el uso del Estadi Olímpic al Terrassa F.C., muy criticado por el resto de la oposición. Por otra parte, se echa de menos a Gabriel Turmo.