El olor a castaña caliente impregna desde hace semanas las calles para avisarnos de que ya ha llegado el otoño. Y es que una celebración que se precie no puede prescindir de su parte gastronómica. Así, panellets, moniatos y castañas llenan estos días las casas -y las barrigas- de los ciudadanos que ya preparan la Castanyada. A las típicas paradas que "siempre" hemos encontrado en la Rambla y desde hace unos años en la calle Major, ahora se les suman las de los alumnos de los colegios que han visto en la venta de este producto un filón para conseguir fondos. Cucuruchos que oscilan entre los 3 y los 6 euros calientan las manos de los ciudadanos las noches otoñales de más frío, aunque este año, el frío se ha dejado notar poco.
Para todos los gustos
No obstante, el dulce por excelencia estos días es el panellet. De piñones, de coco, de almendras, de chocolate e incluso de fresa, pistacho o menta. Todo vale cuando se trata de sorprender. Y de vender. No obstante el de piñones sigue siendo el que más se vende. Según el Gremi de Flequers i Pastissers de Terrassa la proporción de ventas de estos en relación con el resto fue de cinco a uno. Le sigue el que está elaborado con almendra y el que tiene sabor a coco se sitúa como el tercero en ventas. El Gremi calcula que este año se venderán a un precio medio de 45 euros el kilo. Además, en algunas pastelerías se pueden encontrar los moniatos. Denominados también patata dulce, gozan de gran popularidad durante la festividad de Todos los Santos.