La abstención de Ciutadans dio via libre en el pleno de ayer a la polémica concesión del servicio de comedor escolar a la multinacional SERHS, que durante los próximos cuatro años alimentará a los alumnos egarenses en los centros públicos. La adjudicación contó con el apoyo del gobierno (PSC y CiU), que defendió la pulcritud del concurso, aunque el portavoz Alfredo Vega admitió que la empresa “no me gusta”, y los votos en contra de TeC, ERC-MES y la CUP. La alianza entre el ejecutivo y la formación naranja permitirá también que el Ayuntamiento costee el mantenimiento del Estadi Olímpic, revocando así una moción anterior de la oposición que imponía un cánon a la empresa gestora del club. El de ayer fue un pleno pleno tenso y correoso políticamente. El ejecutivo de Jordi Ballart retiró la modificación del POUM en el sector de la calle La Rioja, donde se aumenta la edificabilidad para ganar espacio público, y admitió que revisará los cambios en las líneas del bus que conectan con la estación de FGC de Nacions Unides, ante el rechazo de los vecinos. Este fue uno de los momentos más polémicos de la sesión. El gobierno recurrió a la fórmula de la enmienda a la totalidad para neutralizar dos mociones de la oposición, que finalmente fueron retiradas. Una que exigía revertir los cambios en el bus para negociar con los vecinos y otra proponía una mayor cobertura en las becas comedor. La maniobra, de nuevo con la complicidad de Ciutadans, indignó a la oposición de izquierdas, que acusó al gobierno de “secuestrar el debate” con un recurso “reglamentario, pero muy poco elegante”.
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