El presidente del Consejo Superior de Deportes, Miguel Cardenal, visitó el pasado jueves las instalaciones de los tres principales clubs de hockey de la ciudad, a quienes ha concedido un crédito de un millón de euros para cambiar el césped artificial de sus instalaciones. El máximo responsable del deporte español concedió una entrevista en exclusiva a Diari de Terrassa, en la que repasó varios aspectos de la actualidad.
¿Qué conclusiones ha sacado de la visita a los tres clubs de hockey?
Ha sido muy agradable. Conozco la realidad del deporte de clubs, que es especialmente fuerte en Catalunya. Se trata de un deporte muy auténtico, de gente que tiene una gran pasión. Hacen de su dedicación a estos clubs su vida y se dejan aquí su tiempo, su dinero y sus mayores ilusiones para que los niños y las niñas puedan hacer deporte y los que tienen talento compitan también al más alto nivel.
Los presidentes se han mostrado muy agradecidos por el crédito.
Estamos obligados a buscar todas las fórmulas posibles para ayudarles. Realmente se lo merecen. Son tiempos muy complicados para sacar adelante cualquier club deportivo. Les conocí a través de Santi Deó y me comentaron que el Institut Català de Finances no había confiado en su capacidad para devolver el crédito. Si no cambiaban el césped iba a ser muy complicado continuar con su actividad deportiva. Y así lo he comprobado. El hockey es el deporte de equipos que más medallas ha dado a España y la cuna del hockey está en Terrassa. Los mejores jugadores se han formado aquí, aunque después se hayan marchado fuera.
En sus casi cuatro años en el cargo se ha caracterizado por imponer un rigor importante en las federaciones. Y ha sido incluso criticado por ello. ¿La Federación de hockey funciona bien?
Es lo que se espera de los gobernantes; que seamos rigurosos y no toleremos prácticas extrañas. La Federación de Hockey trabaja muy bien. Nos hubiera gustado ayudarles más, porque han sido años difíciles, en los que la capacidad financiera del Consejo ha disminuido a causa de la crisis. Hemos tenido una excelente relación, ya desde los Juegos de Londres.
El equipo masculino de hockey ya está clasificado para Río. ¿Confía en que las chicas puedan ir?
Espero que sí. Hay todavía una ventana para hacerlo posible. Soy optimista al respecto. Se lo merecen. Tuvieron muy mala suerte en los “shoot-outs” en el último Europeo de Londres. Es un equipo joven, con múchima proyección. Entrar a los Juegos en el último suspiro puede ser hasta positivo. Mi experiencia me dice que te hace llegar fuerte y muy competitivo.
El secretari general de l’Esport de la Generalitat, Ivan Tibau, puso en duda que este crédito al hockey terrassense se hiciera efectivo y le acusó a usted de electoralista.
Me da pena. Se molestó porque le pedí que no se gastara el dinero en cosas innecesarias. Miente quien diga que yo no he venido durante estos cuatro años muchas decenas de veces a Catalunya. Me he reunido en muchas ocasiones con clubs y les he ayudado. Es mi trabajo y mi obligación. Ha sido una constante y él lo sabe. Al primero que he ayudado es a él. Cuando Ivan Tibau dice que hago electoralismo tendría que recordar que me pidió ayuda para no cerrar el laboratorio antidopaje de Barcelona. Y gracias al convenio que suscribimos con Sanitat no se cerró. Y hemos pagado siempre los compromisos que había con el CAR de Sant Cugat, que eran muy elevados. Hemos llevado a cabo también en condiciones difíciles reformas de instalaciones. El gobierno de Catalunya incumplía el objetivo de déficit y había que hacer muchos esfuerzos para cumplir con esos convenios. Mi relación con el deporte catalán ha sido siempre muy buena.
¿A qué achaca entonces esa reacción de Tibau?
Leí, por supuesto, esas declaraciones en el Diari de Terrassa. Las achaco a que él estaba en proceso electoral. Era él y no yo quien estaba en campaña, porque en España no había elecciones.
¿Qué opinión le merece el modelo deportivo catalán?
El sistema deportivo catalán es un sistema muy bueno, con grandes rasgos de excelencia. Funciona muy bien y da muy buenos resultados deportivos. Me da pena ver que en estos últimos años sus responsables políticos se dedican a cosas diferentes.
¿Qué critica de la gestión deportiva del gobierno catalán?
Podemos discrepar o tener ideas distintas, pero debemos encontrar puntos de acuerdo. Yo tenía una relación excelente con el ex presidente de la UFEC, David Moner. Pero en una situación de crisis es inaceptable poner una persona en la UFEC que tenga un sueldo. Es algo que Moner nunca tuvo. Además, la ley catalana del deporte lo prohíbe. Todas estas plataformas, como “Guanyarem”, no sirven para nada.
Usted se ha mostrado muy crítico con esa campaña.
Es que es absurdo haber puesto a los deportistas catalanes en esa tesitura; dividirlos entre los que mandaron su foto y los que no la quisieron mandar. Engañaron a muchos de los que mandaron la foto. A mí incluso algún deportista me ha dicho que es independentista, pero que le pidieron la foto sólo para apoyar el deporte catalán. He visto los mensajes que les mandaban y ponía hasta tres veces que esa campaña no tenía nada que ver con la política. Y luego, un día antes de empezar la campaña electoral lanzas un vídeo de uno de los candidatos a las elecciones, como Pep Guardiola, pidiendo un Comité Olímpico propio. ¿Qué necesidad hay de hacerles esa faena a los deportistas? Nosotros nunca le hemos pedido eso a ningún deportista. Pero aquí desgraciadamente lo están haciendo. Politizan el deporte. Y causan importantes problemas a los deportistas.
¿No le gustó que Guardiola participara en esa campaña?
Yo respeto absolutamente su actitud. Me parece perfectamente legítimo que una persona tenga sus ideas. Incluso que sus ideas cambien con el tiempo. Y, por supuesto, tiene derecho a participar en la vida política. Lo que le reprocho a Guardiola es que se prestara a participar en una manipulación. En democracia, tan importante o más que defender tus ideas es defender que los demás puedan defender las suyas. Y Guardiola, con un periodista amigo suyo, montó esa plataforma llamada “Guanyarem” con la intención de dar a entender que todos los que estaban en esa página web pensaban lo mismo que él. Y eso es mentira. Y es una manipulación.
Veo que le ha molestado bastante esa campaña.
Es que ha sido una forma de generar una polémica completamente innecesaria y de meter presión a los deportistas. No tengo ningún ánimo de polemizar con nadie, pero con estas cosas se desvían recursos económicos que se necesitan para otras cosas.
¿De qué manera está afectando el proceso soberanista al deporte?
Hay cosas que dan mucha pena y que no pasan en ningún lado. Y no se corresponden con el elevado nivel cultural de Catalunya. Tuve que decirle a la vicepresidenta del gobierno catalán que no se podía poner “necesitamos votar” en una camiseta. Eso no pasa en ningún lugar del mundo. Por supuesto que puedes defender el derecho de la gente a decidir o a votar, pero eso no se pone en la camiseta de un club deportivo. El deporte no debe estar al servicio de fines políticos. Es algo que pide la Carta Olímpica y las federaciones internacionales. Aquí están politizando el deporte. Y eso es lo que les venimos recordando en los últimos años. Se puede pedir un referéndum en la calle, en la radio, en la televisión, en los periódicos, o en el Parlamento. El único lugar donde no debes hacerlo es en un recinto deportivo. Es innecesario y contrario al espíritu deportivo tratar que los acontecimientos deportivos se conviertan en manifestaciones políticas. Hay que respetar la pluralidad en el deporte. Después, quienes quieran defender sus ideas políticas pueden llenar la Meridiana o ir a TV3, donde serán muy bien acogidos. No me parece legítimo aprovecharse del sentimiento deportivo de la gente para convertirlo en un sentimiento político. Eso es politizar el deporte. Se lo hemos advertido muchas veces y espero que tomen nota.