Durante el combate naval el Colón consiguió escabullirse y gracias a su velocidad, se dirigió hacia el Oeste a lo largo de la costa, con el vano afán de su capitán de escapar de sus perseguidores. Al agotarse el carbón de calidad, comenzó a disminuir su marcha y la escuadra enemiga acabó alcanzándolo, con 5 impactos menores en la banda de popa, Díaz Moreau decidió embarrancarlo, ordenó arriar bandera y abrir las válvulas de sentina, impidiendo así que los norteamericanos se adueñaran de la nave y regalándole a los submarinistas un pecio simplemente maravilloso. A las 13.30 de aquel fatídico 3 de julio de 1898, el Colón era el último buque en arriar bandera española. Se cerraban así 406 años de presencia de España en América. El pecio del Colón se encuentra al oeste de la desembocadura del río Turquino a unas 48 millas náuticas de la bahía de Santiago de Cuba y a unos 64 mts. de la costa. Además de la impresionante visión del pecio, especialmente su imponente proa al mar, pueden verse esparcidos, en su perímetro circundante, anclas, chimenea, proyectiles y herrajes. La inmersión en el pecio del Colón no está exenta de peligros, por eso para bucearlo es recomendable ser experto e ir siempre acompañado de guias locales especialistas. La inmersión debe ser realizada con absoluta calma para no remover el sedimento que vierte el río Turquino y así disponer de la máxima visibilidad posible que a veces, si el tiempo y el mar acompañan, puede ser de hasta de 30 metros.