En los nueve primeros meses de este año, Caixabank alcanzó un beneficio neto de 996 millones de euros, un 57,3% más que en el mismo período de 2014, gracias al impulso de los ingresos bancarios y a la reducción de las dotaciones para insolvencias. La entidad, que anunció ayer que eliminará las cláusulas suelo de las hipotecas (ver recuadro adjunto), ha mejorado todos sus márgenes hasta septiembre y ha reducido nuevamente la ratio de morosidad, que se sitúa ahora en el 8,7%, después de disminuir los saldos dudosos en 3.191 millones, de los que 964 millones corresponden al tercer trimestre.
El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, valoró ayer positivamente estos resultados e hizo especial hincapié en que la nueva producción de crédito sigue creciendo en todos los ámbitos: el hipotecario lo hace un 64%, el de consumo un 48 % y el de empresas, un 49%. En el ejercicio destaca también la reducción del nivel de dotaciones para insolvencias, que cae un 17,3 % interanual, hasta 1.375 millones de euros. Gonzalo Gortázar aseguró que la situación política catalana no está afectando a su negocio y se mostró convencido de que, pese a las dificultades, los gobiernos español y catalán serán capaces de llegar a un acuerdo sobre esta cuestión.
El escenario catalán
“Por difícil que parezca, seguimos confiando en la capacidad de los políticos para que se llegue a una solución”, dijo el ejecutivo, que reiteró que situaciones como la catalana “necesitan diálogo y pactos” y que “una buena solución sólo puede venir por un gran acuerdo entre Catalunya y España”.
El consejero delegado, por otro lado, comentó que la comisión de dos euros que durante seis meses ha cobrado CaixaBank a los no clientes por usar sus cajeros no ha tenido impacto en su cifra de negocios, ya que “lo que hemos ganado por un lado lo hemos perdido por otro”. Así, el ejecutivo apuntó que esta comisión ha supuesto para CaixaBank unos ingresos muy reducidos, ya que la operativa de los no clientes se ha reducido en estos meses “casi en la misma proporción”.
Gortázar, por otro lado, auguró que en los próximos tres o cuatro años se producirán en España nuevas operaciones de consolidación financiera, un proceso en el que el banco catalán, en principio, no prevé participar. Aun así, Gortázar no cerró totalmente la puerta a la participación de CaixaBank en este posible futuro proceso de concentración: “Si alguna entidad piensa que podemos ser su compañero viaje, pues analicemos los números y veamos si tiene sentido para el grupo”. “Pero no es el escenario base y no hay nada sobre la mesa”, dijo.
Intensa actividad comercial
CaixaBank asegura que la intensa actividad comercial, que permite una elevada capacidad de generar ingresos, se ha visto reforzada este año por la incorporación de Barclays Bank SAU, que ha impulsado el crecimiento del margen de intereses, los ingresos por comisiones (11 %), los créditos sobre clientes (6%) y también los recursos de clientes (6,5%).
En concreto, el margen de intereses aumenta un 7,6%, hasta los 3.308 millones de euros, mientras que el bruto lo hace un 15,1% y se sitúa en 6.316 millones. El margen de explotación, por su parte, sólo aumenta un 1,8%, hasta 2.707 millones, debido principalmente a los gastos extraordinarios derivados de la incorporación del negocio minorista de Barclays en España.
Esta buena evolución permite que los ingresos básicos del negocio bancario netos de costes alcancen los 1.766 millones de euros, casi un 9% más, según señala el banco que preside Isidro Fainé. Las comisiones se sitúan en 1.524 millones, un 11 % más, por el aumento de la comercialización de los productos fuera de balance y la incorporación de Barclays Bank.
Los gastos recurrentes crecen un 8,5 %, hasta los 3.066 millones, también impulsados por la integración de esta entidad. Esta cifra incluye el registro de 259 millones de costes extraordinarios asociados a la integración Barclays España y de otros 284 millones del acuerdo laboral alcanzado con la plantilla en el segundo trimestre.