Vallés

El ejecutivo se queda solo en la aprobación inicial de las ordenanzas fiscales

El pleno del Ayuntamiento de Rubí, celebrado el miércoles, aprobó de manera inicial las ordenanzas fiscales para 2016 presentadas por el ejecutivo local (PSC), que gobierna en minoría (seis concejales sobre 25). Las ordenanzas salieron adelante únicamente con los votos favorales de los socialiastas, mientras que VxR votó en contra y el resto de grupos (ERC, C’s, AUP, ICV, CiU y PP) se abstuvieron.

Las ordenanzas mantienen la presión fiscal sobre los rubinenses, de manera que el próximo año pagarán prácticamente los mismos impuestos que este. Así, el IBI no prevé variaciones, continuando con el tipo impositivo del 0,712%. Eso significa que una casa de unos 90 metros cuadrados ubicada en el centro de la ciudad pagará unos 475 euros. El resto de impuestos también quedan congelados.

Respecto a las tasas municipales y los precios públicos, se mantienen las tarifas y cuotas sin incrementos generales, sólo con pequeñas variaciones para ajustarlos al coste de cada servicio.

Diálogo
El segundo teniente de alcalde y concejal de Servicios Centrales, Moisés Rodríguez, destacó en el pleno la intención del equipo de gobierno de lograr un amplio consenso con el resto de grupos municipales. "Son unas ordenanzas -dijo al respecto- muy trabajadas con la voluntad de llegar a un consenso político con el resto de fuerzas del pleno (…). Se han escuchado las demandas, se recogen las propuestas y se debatirán y se debatirán en el periodo de alegaciones para conseguir, entre todos, unas ordenanzas más completas, si es necesario".

Rodríguez añadió que "esta propuesta inicial nos abre la puerta a dialogar para conseguir unas ordenanzas que deben ser justas y que nos deben permitir alcanzar los retos de una ciudad mejor".

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