Terrassa

Controversia por el nuevo plan urbanístico de Torre-sana

La comisión informativa de Territorio y Sostenibilidad celebró el lunes su tercera reunión presidida por Marc Armengol, teniente de alcalde de esta área. Entre todos los temas que se trataron, la modificación puntual del Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM) referente a la calle Rioja, en el barrio de Torre-sana, fue el que más controversia generó. Este plan ya contaba con una modificación inicial, que fue aprobada en enero de 2014, y que contemplaba la reordenación urbanística del sur del barrio, el lado del cementerio y las viviendas de Vilardell. Así, se pretendía crear un nuevo espacio libre con configuración de plaza, un nuevo equipamiento deportivo y dotar el lugar de una amplia zona verde. El proyecto también contemplaba la integración en este sector de dos terrenos de titularidad privada, cuya adquisición será por cesión obligatoria y gratuita.

Según el equipo técnico del Ayuntamiento, el documento presentado ayer difiere poco del inicial de 2014, y defendió que la modificación responde al interés público. Un aspecto con el que ni ERC ni TeC se mostraron de acuerdo. “Queda muy en entredicho la justificación del Ayuntamiento. Es evidente que el interés público es evitar la expropiación. Y no puede ser que el interés de la modificación puntual sea la de ahorrarse la expropiación. La propia Generalitat lo deja muy claro”, declaró Xavi Matilla. Para el líder de Terrassa en Comú se debería dejar “muy claro qué mejoras se aportan y el documento no lo explica. Además en el anterior plan había casi las mismas zonas verdes, el reemplazo del ámbito del cementerio€ lo único que ha cambiado ha sido la altura de los edificios, que ha pasado de planta baja más 2 pisos a planta baja más 7”.

Desde ERC, Carles Caballero también manifestó sus dudas. “No entiendo porqué se incrementa el número de pisos de 105 a 160”. Y apuntó que el impacto visual debido a la altura de los edificios será “tremendo”, por lo que declaró que si no se bajan plantas su partido votará en contra de esta modificación en el Pleno. Por su parte, tanto CUP como C’s y TeC se abstuvieron de votar la moción en la comisión y afirmaron que trasladarían el tema a sus formaciones.

Comisionado del agua
El primer punto del orden del día ya generó polémica. Se trataba de aprobar el acta de la última sesión, celebrada en septiembre. Xavi Matilla, de Terrassa en Comú, pidió una rectificación del documento, principalmente porque las votaciones en relación al posicionamiento favorable de la comisión sobre la elección del nuevo comisionado del Agua, Joan Gaya, no quedaron anotadas de manera correcta. Una enmienda que quedó recogida y que se llevará al próximo pleno correspondiente al mes de octubre.

En este mismo tema, Matilla también se quejó que a muchos de los miembros no se informó de dicha votación. “Se nos dijo que debíamos consensuar al candidato, pero no se nos habló de votación”. Una afirmación que apoyaron Carles Caballero (ERC) y Maria Sirvent (CUP). El presidente, Marc Armengol, se defendió alegando que “se dio la opción de votar o no, y se decidió votar”.

Finalmente, Armengol propuso presentar al comisionado del agua en la Junta de Portavoces de la próxima semana, donde estarán presentes los principales representantes de cada formación política así como Carles Caballero y Dani Nart, que fueron invitados pese a no formar parte de la Junta.

En cuanto al equipo que formará parte de la comisión del agua, se acordó enviar una propuesta para que las formaciones la valoren y decidan si la aceptan o no. Una cuestión que previsiblemente se llevará al pleno de noviembre, pues para el de este mes -que se celebra la semana que viene- se consideró demasiado precipitado.

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